El gobierno transitorio de Bolivia informó, a través de un comunicado, el jueves que no ha gestionado el retorno de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), expulsada en 2008 por el entonces presidente Evo Morales.
"La lucha antinarcóticos que lleva adelante esta cartera de estado, a través del viceministro de defensa social y sustancias controladas, arroja excelentes resultados", indicó el texto.
Prueba de ellos, afirma el comunicado, es que en 56 días de gestión, se han dado más golpes que incluso todo el año pasado.
El comunicado fue emitido tras las declaraciones de algunos legisladores al respecto.
"Condenamos que algunos asambleístas se presten a las intenciones del Movimiento al Socialismo (MAS) de crear zozobra y desinformación en el pueblo boliviano, cuando deberíamos aunar esfuerzos para lograr la paz y la reconciliación entre los bolivianos", dice la nota del gobierno de la presidente interina Jeannine Àñez.
El titular de esa cartera, Arturo Murillo, había dicho a la AFP en diciembre que no se necesita a la DEA en Bolivia.
"Traer la DEA al país en este momento sería una torpeza del Ministerio de Gobierno y de la presidenta porque incendiaría" el país, sostuvo Murillo entonces.
El comunicado también deja en claro que la cooperación con Estados Unidos se desarrollará "en el marco del respeto y la soberanía".
La DEA fue expulsada en 2008 por Morales, acusada de conspirar contra su gobierno, poco después de haber echado del país por el mismo motivo al embajador estadounidense Philip Goldberg. La diplomacia entre ambos países funciona actualmente a nivel consular y con un encargado de negocios.
Bolivia registró en 2018 un total de 23.100 hectáreas de coca, materia prima para la elaboración de cocaína, 6% menos que el año anterior, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Con información de AFP.