A seis meses de haber iniciado la gestión del presidente Nayib Bukele, aún no se ha logrado un acuerdo que permita la estadía permanente de cerca de 200 mil salvadoreños en Estados Unidos, y ni siquiera se perfila una renovación para la extensión de un nuevo período que está pronto a vencer, en enero 20.
Sin embargo, la ministra de relaciones exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, aseguró que tanto el mandatario como ella, están trabajando por lograr un acuerdo que permita una solución permanente para personas amparadas con el TPS,
El comentario lo realizó en una teleconferencia organizada por el Atlantic Council, uno de los centros de pensamiento más importantes basado en Washington DC con énfasis en las relaciones diplomáticas.
La conferencia, en la que también estuvo invitada la excanciller salvadoreña, María Brizuela de Ávila, fue una evaluación del primer semestre de gobierno, desde el punto de vista diplomático.
Con respecto al Programa de Protección Temporal (TPS), la canciller Hill dijo que esa es su prioridad diplomática lograr una extensión del estatus que vence el 2 de enero del 2020.
"En dos meses, para esta gente que tiene raíces en Estados Unidos, que ha trabajado, vivido por más de 18 años y que tienen hijos que son ciudadanos americanos y que hablan inglés, que nunca han visitado El Salvador, para ellos debemos trabajar", mencionó.
Agregó que por esa razón se ha reunido con el secretario de estado, Mike Pompeo,y con el secretario de seguridad, Kevin McAleenan, quien visitó El Salvador, con el propósito de buscar una solución permanente. Sin embargo, recordó que lograrlo implica una resolución tanto ejecutiva como legislativa "y eso es lo que actualmente estamos buscando en el congreso", agregó.
Entre otros temas, las diplomáticas abordaron la relación que recientemente estableció El Salvador con China, bajo la administración del presidente Salvador Sánchez Cerén, por la cual Estados Unidos ha dicho al gobierno salvadoreño que debe ver con cuidado, ante el acelerado avance de los chinos en Latinoamérica, estableciendo relaciones diplomáticas con varios países del área y, con ello, inversiones millonarias.
El TPS es un beneficio migratorio temporal que el Departamento de Seguridad Nacional otorga a extranjeros que viven en EE.UU. de manera irregular debido a que en sus países se vive una crisis, bien sea un conflicto armado o un desastre natural.
Actualmente, migrantes de 10 países del mundo tienen TPS en EE.UU., entre ellos tres latinoamericanos: El Salvador, Nicaragua y Honduras.
El gobierno del presidente Donald Trump ha endurecido muchas medidas migratorias durante su período.
A principios de 2018, la entonces secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, anunció que el TPS para El Salvador iba a vencer el 9 de septiembre de ese año, al considerar que las condiciones en ese país ya habían mejorado lo suficiente para que ese gobierno recibiera de vuelta a sus connacionales.
La administración también intentó cancelar de forma paulatina el TPS para los hondureños, nicaragüenses, haitianos y sudaneses, pero varios tribunales suspendieron esa medida a raíz de sendas demandas entabladas por grupos como la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) y la Organización Nacional de Jornaleros (NDLON) mientras el asunto se resuelve en las cortes