La primera ministra británica, Theresa May, pedirá a la Unión Europea que aplace el Brexit al menos tres meses, después de que sus planes para votar de nuevo un acuerdo de divorcio que ya fue rechazado dos veces, fueron frustrados por una inesperada intervención del presidente del Parlamento.
Casi tres años después de que Reino Unido votó en favor de abandonar la UE, el adiós sigue siendo incierto. Entre los posibles desenlaces se barajan un retraso largo, una salida con el acuerdo negociado por May con Bruselas, un abandono sin pacto o, incluso, otro referendo.
A 10 días de que se cumpla el plazo de salida del 29 de marzo, fijado dos años atrás por May al presentar la solicitud formal en virtud del "Artículo 50", y dos días antes de una cumbre crucial de la UE, la primera ministra estaba escribiendo el martes al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedirle un aplazamiento, afirmó su portavoz.
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No quedó claro de inmediato qué postergación buscará. Antes había advertido al Parlamento que si no ratificaba su acuerdo pediría aplazar el Brexit más allá del 30 de junio, un paso que los defensores del adiós temen que pueda poner peligro el proceso entero de divorcio.
Otros estados miembros de la UE discutían dos opciones principales: una postergación de dos a tres meses, si May les convence de que puede lograr un acuerdo en casa, o más larga si la primera ministra acepta que se necesita un rediseño radical.
La editora política de la BBC, Laura Kuenssberg, dijo que May pedirá una extensión hasta el 30 de junio -lo que le podría dar otra oportunidad para que el Parlamento apruebe su plan- con una opción de dilatar el proceso hasta dos años.
Una explicación
El negociador de Brexit de la Unión Europea dice que la primera ministra debe explicar a los líderes de la UE esta semana exactamente por qué quiere una extensión.
Michel Barnier dijo el martes que "la pregunta es: ¿cuál es el punto? ¿Cuál es el objetivo de esa extensión? Eso determinará la longitud o explicará la duración".
Después de las conversaciones con los ministros de la UE para preparar la cumbre del Brexit del jueves, Barnier dijo que cualquier demanda del Reino Unido por una extensión larga "debe estar vinculada a algo nuevo, un nuevo evento o un nuevo proceso político".
Él dice que el proyecto de acuerdo sellado entre los líderes de la UE y May en noviembre sigue siendo el único acuerdo posible.
Barnier advirtió sobre el peligro de que Gran Bretaña se escape de la UE sin un acuerdo, y dijo que "todos deberían finalizar los preparativos para un escenario sin acuerdo".
Brexit en crisis
En una decisión que aumentó la sensación de crisis en Londres, el presidente del Parlamento, John Bercow, dictaminó el lunes que el acuerdo de Brexit debe ser sustancialmente diferente para ser votado de nuevo.
El secretario del Brexit, Steve Barclay, dijo que es más improbable que se vote esta semana, pero indicó que los ministros estudian otras opciones y el gobierno aún planea que se realice una tercera votación. "Es un momento de crisis para nuestro país".
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La canciller alemana, Angela Merkel, dice que Brexit está en un estado de cambio y que los líderes de la Unión Europea "tratarán de reaccionar" a lo que la primera ministra británica Theresa May proponga.
Merkel, afirmó: "pelearé hasta el último minuto del tiempo hasta el 29 de marzo por una salida ordenada. No hemos tenido mucho tiempo para eso".
Si se va de esta manera, Reino Unido dejaría al instante un mercado único y una unión aduanera de 500 millones de personas, regresando a las reglas de la Organización Mundial de Comercio, lo que podría implicar muchas tarifas de importación y exportación.
Asimismo, se enfrentaría a la perspectiva de una disrupción en su mercado manufacturero y financiero, una dura contracción económica y retrasos en las fronteras.
No obstante, Francia fue más directa, asegurando que un adiós no pactado es posible. "¿Aprobar una extensión para qué? El tiempo no es una solución, es un método", dijo la ministra de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau. "Si hay un objetivo y una estrategia, debe venir desde Londres".
El gobierno de Gran Bretaña estudiaba el martes su respuesta al fallo del presidente de la Cámara de los Comunes que impidió que la primera ministra, Theresa May, vuelva a presentar a votación el mismo acuerdo de divorcio con la Unión Europea que fue rechazado en dos ocasiones por los legisladores.
El ejecutivo "considerará seriamente" la decisión de John Bercow que impide una tercera consulta si no se realizan cambios sustanciales en el texto, explicó el secretario para el Brexit, Stephen Barclay, a Sky News.
Barclay apuntó que el gobierno tiene que "mirar los detalles del fallo".
"El hecho de que varios miembros del parlamento hayan dicho que cambiarían su voto apuntaría al hecho de que hay cosas que son diferentes", agregó.