El Gobierno de Brasil está dividido sobre si completar o no su tercera central nuclear tras 40 años de construcción intermitente, ya que el equipo económico del país ha empezado a presionar para que se abandone el proyecto, según dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con el asunto.
La decisión final sobre la central, llamada Angra 3, corresponde al Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), que aplazó un fallo el año pasado y se reunirá este martes para discutir la central. No está claro si la cuestión se resolverá entonces.
La construcción de la central, situada en la localidad costera de Angra dos Reis, se inició en la década de 1980, pero se ha paralizado en múltiples ocasiones debido a la falta de financiamiento y a una investigación por corrupción en 2015. En 2022 fracasó un intento de reactivar el proyecto.
El debate se produce en un momento en que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva pretende situar a la mayor economía de América Latina como centro de inversiones ecológicas. En los últimos años, varios países han reconsiderado la energía nuclear en respuesta a la creciente demanda de energía respetuosa con el clima.
Algunos sostienen que apoyar la energía nuclear socava las ventajas naturales de Brasil en fuentes renovables como la eólica, la solar y la hidroeléctrica. Pero muchos expertos consideran que la nuclear es una buena alternativa a la energía térmica, más cara y contaminante, pero a la que se suele recurrir durante las sequías. Ambas tienen costos similares.
"Es una batalla dura", dijo una fuente del equipo económico, que habló bajo condición de anonimato debido al carácter privado de las discusiones. "El principal argumento en contra es la falta de financiación. ¿Quién recortará su presupuesto para hacer sitio a esto?", se preguntaba.
El Ministro de Energía, Alexandre Silveira, es uno de los principales defensores del proyecto. "Tenemos que completarlo", dijo el pasado noviembre, calificando Angra 3 de "mausoleo".
Los ministerios de Finanzas y Planificación declinaron hacer comentarios. El Ministerio de Minas y Energía no respondió a las peticiones de comentarios.
Advierten de los altos costos
Un estudio del banco estatal de desarrollo BNDES estimó que completar la planta requeriría 23.000 millones de reales (4.000 millones de dólares) además de los 12.000 millones de reales ya gastados.
Eletronuclear, la empresa estatal que supervisa el proyecto, dijo que se necesitan cinco años más de construcción, además del tiempo necesario para la licitación y la movilización del emplazamiento.
Por otra parte, el BNDES estimó que el abandono del proyecto supondría un costo de 21.000 millones de reales, incluidas las rescisiones de contratos y las penalizaciones por la cancelación de la financiación subvencionada.
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