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Gobernador de Carolina del Norte pide paciencia a evacuados tras Florence


Bob Richling saca a Iris Darden, de 84 años, de su casa inundada en Spring Lake, Carolina del Norte, el 17 de septiembre de 2018.
Bob Richling saca a Iris Darden, de 84 años, de su casa inundada en Spring Lake, Carolina del Norte, el 17 de septiembre de 2018.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, pidó a miles de evacuados que sean pacientes y que todavía no regresen a sus casas, en momentos en que Wilmington es como una isla rodeada por las inundaciones del huracán Florence.

El llamado del gobernador llega en medio de un contexto que incluye largas horas de espera para que las personas puedan recibir productos básicos como alimentos.

"Sé que fue difícil salir de casa, y es aún más difícil esperar y preguntarse si usted tiene siquiera un hogar al que volver", dijo Cooper mientras las autoridades comenzaron a distribuir suministros a los residentes de Wilmington, con una población de 120.000 habitantes.

Cifras divulgadas el martes indican que el número de muertos ascendió a al menos 37 en tres estados, con 27 muertes en Carolina del Norte.

Cooper advirtió que las inundaciones provocadas por hasta 1 metro (3 pies) de lluvia de Florence están lejos de terminar y empeorarán en algunos lugares.

"Sé que para muchas personas esto se siente como una pesadilla que simplemente no terminará", dijo.

La carretera estatal 76 está bloqueada por las inundaciones tras el huracán Florence en Fair Bluff, Carolina del Norte, el martes, 18 de septiembre de 2018.
La carretera estatal 76 está bloqueada por las inundaciones tras el huracán Florence en Fair Bluff, Carolina del Norte, el martes, 18 de septiembre de 2018.

El gobernador explicó además que están abriendo un segundo refugio en el condado de Carteret.

Cooper insistió en que las carreteras siguen siendo traicioneras y algunas siguen cerrándose por primera vez a medida que los ríos crecen por las lluvias torrenciales en el desagüe hacia el Atlántico.

En Carolina del Sur, dos mujeres que no han sido identificadas murieron después de que una camioneta fue alcanzada por las crecidas de las aguas cerca del río Little Pee Dee. Otras dos personas fueron enviadas a un hospital para observación.

Se espera que el presidente Donald Trump visite Carolina del Norte el miércoles.

"Ha sido bastante malo"

La visita de Trump se produce en momentos en que pobladores parecen frustrados por la situación generada tras el paso de Florence, incluyendo el deterioro de los alimentos por la falta de fluído eléctrico y la carencia de agua potable.

"Ha sido bastante malo", dijo Brandon Echavarrieta, de 34 años, con la voz quebrada.

Cerca de allí, unas 200 personas se alinearon para comprar bolsas de hielo de 40 libras (18 kilogramos) tan rápido como Rose Ice and Coal Co. podría producirlas.

Los suministros han sido trasladados a la ciudad por grandes camiones militares y helicópteros, que también fueron utilizados para sacar a cientos de personas desesperadas de los hogares y otras estructuras.

El alcalde Bill Saffo dijo que ahora se abrían dos rutas hacia Wilmington, que habían quedado completamente cortadas por las aguas de las inundaciones, pero que podrían volver a cerrarse por las condiciones del río Cape Fear al oeste de la ciudad, que creió unos 15 metros (50 pies).

La inundación fue tal que las autoridades cerraron un puente de vehículos en Fayetteville después de que el río comenzó a tocar las vigas que sostienen la cubierta superior del puente.

El alcalde de Fayetteville, Mitch Colvin, dijo que no estaba claro si el puente estaba amenazado. "Nunca antes lo habíamos tenido en esos niveles, así que realmente no sabemos cuál será el impacto todavía", dijo.

El río se llevó árboles, farolas y un estacionamiento cerca de sus orillas. Las autoridades de la ciudad advirtieron que el agua que todavía se eleva amenazó a algunos barrios y negocios que parecían seguros, pero dijeron que lo peor ya casi había terminado y que la vida estaba empezando a regresar al centro de la ciudad.

Las empresas volvieron a abrir sus puertas y los propietarios retiraron los sacos de arena y la madera contrachapada de las fachadas de las tiendas.

Los desechos humanos y animales se mezclan con las aguas turbulentas, que han matado a alrededor de 1,7 millones de pollos en granjas avícolas.

Más de 5 millones de galones (18 millones de litros) de aguas residuales parcialmente tratadas se derramaron en el río Cape Fear después del corte de la electricidad en una planta de tratamiento, dijeron las autoridades.

El gobernador dijo que 16 ríos en todo el estado se encontraban en una etapa de inundación importante y que se cerraron más de 1.100 carreteras. Los trabajadores de emergencia informaron que rescataron y evacuaron a más de 2.200 personas y alrededor de 575 animales, dijo.

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