El exgeneral del ejército de Venezuela Cliver Alcalá, que esta semana fue acusado por Washington de narcotráfico, entre otros delitos, se entregó el viernes en Colombia a la Agencia Antidrogas estadounidense y cooperará con la Fiscalía, según informaron diversos medios.
Alcalá se entregó a agentes estadounidenses en Barranquilla, la ciudad costera donde había estado viviendo desde que, en el 2018, huyó de Venezuela tras descubrirse un complot para derrocar al presidente en disputa, NIcolás Maduro, en el que él habría estado involucrado.
Según la acusación, en 2008, cuando Alcalá era un hombre de confianza del fallecido líder Hugo Chávez, éste le ordenó coordinar con oficiales corruptos del ejército venezolano, con carteles colombianos y con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para "inundar" EE.UU. de cocaína. La idea era no solo enriquecer a los involucrados, sino también hacer dañar al país norteamericano con el flagelo de la cocaína.
Junto con los cargos, el secretario de Justicia de EE.UU., William Barr, anunció que Washington había decidido ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares a cambio de información que llevara a su captura. La recompensa por Maduro, quien se enfrenta a cargos similares, es de 15 millones, una de las cinco más altas jamás ofrecidas por las autoridades estadounidenses.
El viernes no se había informado de si a cambio de su cooperación con los fiscales del caso, Alcalá recibiría alguna parte o la totalidad de los 10 millones de dólares ofrecidos por Washington.
En las últimas horas ha circulado por internet un presunto vídeo de Cliver Alcalá, publicado en la red social Instagram, donde se despide y dice que asume la responsabilidad de sus actos.