Los líderes de la Cumbre del G-20 están tratando de sentar las bases de un nuevo régimen de comercio global de energía para ayudar a garantizar mercados abiertos y evitar que los suministros de petróleo y gas se utilicen como herramientas de política exterior, según un periódico australiano.
Una parte central del plan, que cuenta con el apoyo de Arabia Saudita y Rusia, sería una institución que estuviese encima de la OPEP y la Agencia Internacional de Energía, señaló el diario en un informe sin fuentes.
Las conversaciones sobre la seguridad energética no han concluido y podrían ser influenciados por el creciente debate sobre el cambio climático, agregó.
Se espera que el acuerdo del G-20 incluya compromisos sobre la seguridad del abastecimiento energético, lo cual impediría embargos de ningún tipo, y la transparencia de los precios, de acuerdo con el periódico.
Límites en el uso de los subsidios a la energía y los compromisos con la eficiencia energética también serían parte del acuerdo.