Mientras las negociaciones entre el gobierno de Nicaragua y la oposición se mantienen suspendidas en medio del conflicto sociopolítico, la economía sigue en declive, según se ve reflejado en las estadísticas del Banco Mundial, que al cierre de este año proyecta una caída en el Producto Interno Bruto de un cinco por ciento.
La diputada Azucena Castillo explicó a la Voz de América que mientras no se resuelva el tema político a través del diálogo, se seguirá deteriorando la economía, que por segundo año consecutivo registrará una contracción.
“Los déficits no pueden ser llenos (resueltos) buscando políticas económicas cuando las causas son otras. Todo lo que está sucediendo en nuestra economía se deriva de una crisis sociopolítica que afecta los sectores productivos y todavía se siguen derivando otras acciones”, dijo la diputada Castillo.
Antes de las protestas contra el presidente Daniel Ortega que estallaron en abril de 2018, Nicaragua era una de las economías de Centroamérica que crecía de forma sostenida entre un 4 y un 5 por ciento. Sin embargo, con el conflicto todo cambió a una desaceleración de entre un 3 y 4 por ciento, según datos oficiales.
El presidente de la Comisión Económica del Parlamento Nacional, Wálmaro Gutiérrez, desestimó las proyecciones del Banco Mundial y aseguró que el gobierno de Nicaragua trabaja para recuperar la economía país.
“No es la primera vez que los organismos internacionales no aciertan en esas cifras a diferencia del Banco Central (nicaragüense), y eso tiene una razón sencilla: solo el que se mete el zapato sabe dónde le chima y estos señores viven largo, nosotros vivimos en el país”, indicó Gutiérrez.
Economistas nicaragüenses consultados por la Voz de América han pronosticado que “si las cosas no cambian, si seguimos sin diálogo para resolver la crisis, estimo que la caída de la economía será de un 5% en el año 2020”.
El experto en economía, Néstor Avendaño, manifiesta que cuando hay crisis profundas, “hay una severa desconfianza de los agentes económicos. “Consumidores, empresarios, inversionistas, incluso el mismo gobierno está afectado por la crisis”.
La crisis sociopolítica en Nicaragua estalló en abril de 2018 por unas fallidas reformas al seguro social que fueron derogadas por las protestas contra el mandatario Daniel Ortega.
En ese entonces se comenzaron a contabilizar las primeras víctimas, por lo que la demanda de la población se convirtió en la justicia por las muertes de los manifestantes.
Meses después inició un diálogo nacional que fue televisado pero fracasó por falta de acuerdo entre ambas partes.
En la actualidad la situación de Nicaragua continúa sin una solución acordada entre el gobierno y la oposición.