Durante meses, los miembros de la Liga Árabe han estado pidiendo una fuerza militar conjunta para sofocar la violencia que envuelve la región.
Ahora que los estados miembros se han puesto de acuerdo, analistas dicen que poder materializarla y prepararla para luchar conflictos modernos complejos puede ser un desafío insuperable.
El presidente egipcio, Abdel-Fattah el-Sissi, prometió que los líderes militares formarían un comité para averiguar cómo montar una fuerza militar de la Liga Árabe en la reciente cumbre de la liga en la ciudad de Sharm-el-Sheikh.
No dijo exactamente quién estará a cargo o dónde se desplegará la fuerza, pero se supone que Libia, Yemen, Irak y Siria actualmente encabezan la lista.
Aunque la mayoría de los jefes de los estados árabes y cancilleres están de acuerdo en que una fuerza internacional de combatientes árabes debe ser y será formada para asegurar la región, no todos los representantes de la Liga Árabe están de acuerdo.
El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Ibrahim Jaafari, está en contra de la intervención, señalando que podría empeorar los conflictos.
Jaafari señaló que muchos países árabes están profundamente divididos, ya sea interna o externamente. Los países sunitas en general se alían con Arabia Saudita, mientras que los países chiítas se unen a Irán.
Divisiones tribales y políticas complejas se suman al caos existente, con un periódico regional llamando a la propuesta de "fuerza árabe unificada", un "triple oxímoron".
Según Abdullah al-Ashaal, ex viceministro de Relaciones Exteriores y embajador en Egipto, estas divisiones podrían hacer imposible que el mundo árabe pueda formar un ejército.
"¿Desde cuándo están los árabes unidos en algo? Si ellos están unidos en cualquier momento, me avisas", bromeó.
Y si hicieran lo suficiente para formar un ejército, Al-Ashaal dijo que alianzas contradictorias podrían escalar los combates.
Por ejemplo, en Yemen, los huzíes apoyados por Irán están combatiendo al gobierno respaldado por los saudíes. Una intervención en Yemen sería equivalente a la guerra con Irán, según Al-Ashaal.
"Qué van a hacer con la fuerza? ¿Para hacer qué? ¿Para luchar contra Irán?", se preguntó. “Los van a aplastar a todos. Irán es muy fuerte militarmente".
Pero las fuerzas internacionales se necesitan desesperadamente para contener la amenaza del grupo extremista Estado islámico, y Estados Unidos, la OTAN y Naciones Unidas están cada vez más desinteresados en la intervención directa de Oriente Medio, según el analista político Hisham Kassem.
Como resultado, el mundo árabe no tiene más remedio que actuar.
"No es una opción. Una fuerza tiene que ser creada con un poco de apoyo mínimo de Estados Unidos y Europa", dijo. “Nadie en este momento que está directamente amenazado puede darse el lujo de decir ‘no es asunto mío’ o ‘no quiero que mi pueblo muera’”.