El presidente Donald Trump se prepara para tomar acciones ejecutivas en el tema migratorio a partir de este miércoles, iniciando con los planes para levantar un muro a lo largo de la frontera con México y otras medidas de seguridad, de acuerdo con varios funcionarios del gobierno y expertos en inmigración.
Se prevé que el presidente ordene el uso directo de fondos federales para la construcción del muro, el incremento del número de agentes de la Patrulla Fronteriza, y se ponga fin a lo que los republicanos han argumentado es un sistema de captura y liberación en la frontera.
También prohibirá temporalmente la llegada de la mayor parte de los refugiados y suspenderá las visas para personas originarias de Siria, Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
El Washington Post, citando fuentes de la Casa Banca, reportó que el presidente incluirá además acciones contra las ciudades santuario que se rehusan a entregar a los inmigrantes indocumentados.
Lo que no está claro es si entre las órdenes que firmará se incluye la derogación del DACA, el programa que protege a los "soñadores" de la deportación. Durante la campaña Trump prometió eliminarla, pero una vez elegido pareció ablandar su posición, y según personas involucradas en la decisión, todavía se sigue discutiéndola.
Se espera que Trump firme las órdenes durante una visita vespertina a las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional.
El martes por la noche, Trump usó su cuenta personal de Twitter para hacer el anuncio: “Planeado un Gran Día en SEGURIDAD NACIONAL mañana. Entre otras muchas cosas, ¡vamos a construir el muro!”,
Trump hizo campaña con promesas de reforzar las políticas migratorias, incluyendo un impulso a la seguridad fronteriza y el freno al flujo de refugiados. También exhortó a impedir el ingreso a Estados Unidos desde naciones musulmanas, pero posteriormente cambió su enfoque a un "escrutinio extremo" a las personas que llegan procedentes de países relacionados al terrorismo.
En 2016, Estados Unidos admitió unos 85.000 refugiados, incluyendo más de 12.500 sirios.
La meta que se había puesto el anterior gobierno de Barack Obama para el año fiscal 2017 que comenzó en octubre era de 110.000 refugiados.