El papa Francisco abrió la puerta a la canonización del arzobispo de El Salvador Óscar Romero, que murió asesinado en 1980, al aprobar un milagro atribuido a su intercesión.
El pontífice argentino aprobó el decreto el martes durante una reunión con el director de la oficina encargada de las canonizaciones en la Iglesia, explicó el Vaticano el miércoles. Además se aprobó otro milagro atribuido al papa Pablo VI, facilitando también su proclamación como santo.
Romero fue asesinado mientras oficiaba misa el 24 de marzo de 1980 por disparos de un escuadrón de la muerte de derechas. La dictadura militar se había opuesto con contundencia a su labor contra la represión de los pobres a manos del ejército al principio de la guerra civil del país (1980-1992).
Francisco desbloqueó el estancado proceso para la canonización de Romero, que fue beatificado en 2015, al inicio de su pontificado.