El papa Francisco denunció este jueves la resistencia a las reformas a la burocracia del Vaticano que sigue enfrentando, y dijo que en parte está inspirada en el demonio.
La burocracia vaticana fue tema del saludo navideño por tercera Navidad consecutiva. El papa recordó que el proceso de reformas para el que fue escogido en 2013 no busca cambios superficiales en la Santa Sede, sino cambios profundos en la mentalidad de los colaboradores que la manejan.
“Queridos hermanos, no son las arrugas en la Iglesia lo que deben temer, ¡sino las manchas!”, dijo.
En 2014, Francisco sorprendió a la cura romana cuando hizo una lista de los 15 “enfermedades espirituales” que sus miembros sufren. Los acusó de usar sus carreras para alcanzar poder y riquezas, de vivir “hipócritamente” una doble vida y de olvidar —debido a un Alzheimer espiritual—que deben ser alegres hombres de Dios.
El año pasado, Francis hizo lista de “un catálogo de virtudes” que están supuestos a mostrar, incluyendo la honestidad, sobriedad, respeto y humildad.
Este año, dio a los curas, obispos y cardenales que trabajan para él, 12 reglas que inspiran el proceso de reforma, que ha implicado la consolidación de departamentos del Vaticano y la creación de otros nuevos.
El papa dijo que el Vaticano debe modernizarse para responder mejor a las necesidades de la Iglesia de hoy. Manifestó querer que el Vaticano sea más multicultural y que tome en cuenta a más seglares católicos, especialmente mujeres, en el proceso de toma de decisiones. También insistió en una mayor preparación de su personal.
Significativamente, pidió poner “fin de una vez por todas” a la práctica de deshacerse de gente no calificada o problemática conocida como “promoción y desaparición”.
“¡Esto es un cáncer!”, dijo Francisco.