Manifestantes furiosos por el alza de los impuestos se enfrentaron con la policía francesa el sábado por tercer fin de semana consecutivo. Decenas de personas fueron arrestadas luego de que pequeños grupos erigieron barricadas en calles del centro de París, encendieron fuego, arrojaron piedras a los agentes y pintaron grafitis en el Arco del Triunfo.
Los manifestantes, algunos de ellos tapados con capuchas negras, apilaron grandes planchas de madera y otros materiales en medio de una calle próxima al Arco del Triunfo antes de encender los escombros.
La policía disparó gases lacrimógenos para tratar de que retrocedieran los manifestantes que estaban en las inmediaciones del monumento y empleó cañones de agua cerca de los Campos Elíseos. Algunos manifestantes respondieron arrojando piedras de gran tamaño.
Otros retiraron las barreras que protegían la Tumba del Soldado Desconocido de la Primera Guerra Mundial, bajo el monumento, para posar cerca de su llama eterna y cantar el himno nacional. Luego fueron dispersados por la policía.
Las autoridades movilizaron a unos 5.000 agentes en París para tratar de contener las protestas.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, afirmó que algunos manifestantes atacaron a las fuerzas policiales “con una violencia poco frecuente”, lo que llevó a la detención de al menos 107 personas.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, tuiteó que alrededor de la avenida de los Campos Elíseos había “1.500 alborotadores”, fuera del perímetro de seguridad establecido por la policía.
Castaner también mencionó la presencia de 200 manifestantes pacíficos, llamados “chaquetas amarillas” por los chalecos fluorescentes con los que se identifican, en los Campos Elíseos.
La situación en París contrastaba con la de otras regiones del país, donde las protestas y los cortes de tránsito fueron mayoritariamente pacíficos el sábado.
Además de el alza de impuestos, los manifestantes están molestos con el liderazgo del presidente, Emmanuel Macron. La protesta celebrada el pasado fin de semana en París también acabó en disturbios.
Las movilizaciones, que comenzaron con los conductores manifestándose contra el alza de los gravámenes a los hidrocarburos, incluyen ahora una gama más amplia de demandas relacionadas con el alto costo de la vida en el país.
Rabah Mendez, un manifestante que vino de un suburbio del sur para marchar pacíficamente en París, dijo que “es difícil llegar a fin de mes. La gente trabaja y paga muchos impuestos y ya estamos hartos”.
Hedwige Lebrun, quien reside en París, dijo que “el poder adquisitivo está disminuyendo gravemente cada día. Y luego: impuestos, impuestos e impuestos. Y el Estado nos pide que nos ajustemos el cinturón, pero ellos, por el contrario, viven por encima de todo lo normal con nuestro dinero”.