El gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere darle un nuevo rostro a su inversión en la guerra contra las drogas en México.
Esto implica, no sólo la modificación del monto de fondos dedicados a la entrega de equipos para las fuerzas armadas, sino además otros puntos como los derechos humanos y el sistema judicial de México.
Los funcionarios del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional y algunos legisladores, han pedido a México que encare, cuanto antes, una profunda reforma de su sistema judicial.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores, Eliot Engel, dijo que fondos adicionales ayudarían a solucionar el problema de delincuencia y narcotráfico.
Engel también urgió una profunda reforma migratoria como parte de la estrategia de seguridad en la frontera común.
“Yo apoyo decididamente al presidente Obama en el Plan Mérida, y estoy firmemente convencido con el Presidente en que debemos adelantar una profunda reforma migratoria”, dijo Engel.
$1.300 millones de dólares han sido destinados al Plan Mérida desde 2007. Casi todos ellos han sido invertidos en el fortalecimiento de las fuerzas armadas. Sin embargo, además de las críticas a los resultados de la lucha antidrogas, las partidas de ayuda han sufrido atrasos en su entrega.