“El flamenco es una expresión artística que fusiona el cante con la danza y el toque musical”. Es el reconocimiento como patrimonio cultural intangible de la humanidad que realizó la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESO).
Un reconocimiento que llega tras años de espera por parte de la comunidad del sur de España que practica este movimiento cultural desde hace siglos.
“El baile flamenco, danza del apasionamiento y la seducción, expresa toda una gama de sentimientos y estados de ánimo –pena, alegría, tragedia, regocijo y temor– mediante palabras sinceras y expresivas, caracterizadas por su concisión y sencillez. Su técnica es compleja y la interpretación es diferente”, reconocía el organismo cultural.
Un comité intergubernamental de la UNESCO, presidido por el keniata Jacob Ole Miaron y reunido en Nairobi hasta el 19 de noviembre de 2010, examinó e inscribió hoy 46 de las 47 candidaturas presentadas, entre las que figuran el carnaval belga de Aalst, la ópera de Pekín o el sistema normativo de los wayuu de Colombia.
Las técnicas artesanales tradicionales de tejido de alfombras en Kashan (Irán), o la cetrería, presentada por once países, son otros de los 46 elementos inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
