El fiscal general Eric Holder llegó a San Luis el miércoles, reuniéndose con líderes comunitarios e investigadores federales.
La primera parada de Holder fue en un colegio comunitario, donde se reunió con personas que le relataron sobre sus propias experiencias personales con la policía local, algunas de las cuales alimentaron la rabia que se encendió por el asesinato de un adolescente negro desarmado a manos de un oficial de policía blanco el 9 de agosto.
Asimismo, Holder se reunió brevemente con el oficial de policía a cargo de la seguridad en Ferguson, capitán Ronald Johnson, en un restaurante de la localidad.
El fiscal general ha prometido a los habitantes de Ferguson una investigación total, justa e independiente sobre la muerte de Brown.
También este miércoles, un gran jurado que investiga el tiroteo comenzará audiencias sobre el caso.
Ferguson vivió el martes otra noche de protestas, pero sin disparos ni cocteles molotov o gases lacrimógenos. 47 personas fueron arrestadas después que aumentaran las tensiones cuando una botella fue arrojada a la policía.
El capitán Ronald Johnson de la Patrulla de Carreteras de Missouri dijo que deben proteger a los manifestantes contra un pequeño grupo responsable de la violencia en Ferguson.
“Vimos elementos delictivos ocultándose detrás de gente buena poniéndolos en peligro, desafiándonos a que le hiciéramos frente. Nuestra libertad de expresión es una de las cosas más grandes que tenemos. No tenemos intención de tratar de restringirla”, prometió.
A pesar de los disturbios, la noche del martes la situación fue más sumisa que la del lunes, cuando la policía arrestó a 78 personas, incluyendo varios periodistas y dos de los manifestantes aparentemente fueron baleados por otros manifestantes.
