La policía de Ferguson y decenas de manifestantes se enfrentaron la noche del miércoles en medio de la continua tensión en espera de la decisión del gran jurado sobre si se presentan cargos contra el policía blanco que mato Michael Brown.
Policías con indumentaria antidisturbios se movilizaron rápidamente, capturaron a varios manifestantes y retrocedieron. La táctica fue repetida varias veces.
Algunos manifestantes bloquearon el tráfico y la policía les advirtió que si no se movían, iban a ser arrestados. Eso fue precisamente lo que sucedió y alrededor de 6 personas fueron privadas de su libertad.
El director de Young Activists United, Rasheen Aldridge, único miembro joven de la nueva comisión de Ferguson encargada de buscar soluciones sociales para la ciudad, dijo que las acciones de la policía fueron excesivas.
“Es innecesario ¿para qué? ¿Vestimenta y equipo antimotines? No tiene ningún sentido”, dijo Aldridge.
La Voz de América contactó al departamento de policía para que comentaran los incidentes pero no obtuvo respuesta.
La protesta, en la que participaron unas 50 personas, se realizó en las afueras de la sede de la fuerza policial de Ferguson. Los manifestantes demandan que se presenten cargos contra el oficial Darren Wilson por abatir a tiros al adolescente negro Michael Brown, que argumentan estaba desarmado y se había rendido con las manos en alto.
El anuncio de la decisión de un gran jurado pudiese darse en cualquier momento. El mayor temor es la reacción de la gente si no se le presentan cargos al policía.
El gobernador de Missouri declaró estado de emergencia y activó la Guardia Nacional para que esté lista de ser necesario. Según los manifestantes, esa decisión no ayuda.
“Si miras, ves a manifestantes pacíficos. ¿Cuál es la razón para un estado de emergencia? Si miras aquí, la policía tiene equipos antidisturbios sin ninguna razón. Ellos son las personas a las que el gobernador debería tratar de hablarles, no a los manifestantes pacíficos”, dijo Aldridge.
Sin embargo, el joven miembro de la comisión admitió que agitadores violentos, que no son de la región, pudiesen tratar de incitar al caos.
Es la primera vez en un mes que la policía reprime a los manifestantes.