La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU., FCC, presentó su primera oposición a la fusión entre dos de las compañías telefónicas más grandes del país.
La compra de T-Mobile USA por parte de AT&T, anunciada en marzo de 2011, una transacción que asciende a $39.000 millones de dólares, ha provocado críticas por parte de su competencia, clientes y reguladores, por lo que ellos consideran un monopolio de la industria.
Julios Genachowski, director de la FCC indicó que su agencia determinó que la unión de estas dos empresas, dos de las cuatro más grandes del país, afectaría a sus consumidores, acabaría con puestos de trabajo y se convertiría en una excesiva concentración de la industria de telefonía móvil.
Genachowski, en su comunicado, recomendó enviar la proposición de AT&T de comprar T-Mobile a un juez para ser revisado y realizar una audiencia.
“Es claro que este es otro ejemplo de una agencia del gobierno que busca prevenir que millones de dólares de inversión y la creación de miles de trabajos lleguen a la economía de Estados Unidos”, declaró Larry Salomon, vocero de AT&T, quien añadió que “en este momento, están analizando todas sus opciones”.
Por su parte, grupos cívicos y laborales se mostraron complacidos de la medida de la FCC, que según The Wall Street Journal, no es muy común en la agencia.
“AT&T ha invertido millones de dólares en contribuciones de campaña, abogados y publicidad engañosa para impulsar esta fusión a través de Washington. Pero la verdad, que esta fusión anularía miles de trabajos, aumentaría el costo de los servicios para los consumidores y cancelaría la competencia, está ganando”, dijo Craig Aaron, presidente de la organización Free Press Action.
A finales de agosto de 2011, este convenio también fue bloqueado por el Departamento de Justicia de EE.UU., al presentar un caso legal en el Distrito de Columbia. Se espera que resultados de este caso se den a conocer en febrero de 2012.