El Departamento Federal de Investigaciones, FBI, publicó documentos donde se elogian las cualidades del co-fundador de Apple, Steve Jobs, y le recomendaban para ocupar una posición en el gobierno de George H. W. Bush.
Según entrevistas realizadas por el FBI, Jobs tenía el carácter adecuado, muy interesado en el poder, y no le importaba alienar a las personas con quienes trabajaba. Al mismo tiempo, se le describe como una persona muy segura de sus decisiones y dispuesto a realizar negocios de una forma muy respetable.
Las entrevistas se realizaron en 1991 y eran parte de una investigación del historial que se realizaba a quienes trabajan para el gobierno, como asesor de exportación del presidente, una posición en la que no se recibía salario y la persona se comprometía a reunirse con el mandatario al menos dos veces al año.
A pesar de que algunos entrevistados por el FBI indicaron que el empresario y visionario estadounidense era una persona íntegra, ciertas entrevistas indican que Jobs podría haber distorsionado la realidad para lograr sus objetivos.
El documento de 191 páginas coincide con varios aspectos de la personalidad de Jobs relatados en la biografía escrita por Walter Isaacson, quien dice que el co-fundador de Apple reconoció haber utilizado drogas y tener una hija extramatrimonial.
El informe fue publicado a petición de muchos medios de prensa bajo la Ley de Libertad de Información, en la que se establece que una vez que la persona fallece sus archivos del FBI pueden hacerse públicos.