La pandemia del coronavirus, el impacto de tres huracanes en los últimos dos años y los efectos del cambio climático, han convertido a Nicaragua en el país que más hambre sufre en toda Mesoamérica, según revela un informe anual la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas).
De acuerdo con el informe, en el período 2019-2021, el 18,6 % de los nicaragüenses pasó hambre; seguido de Guatemala, con un 16 % y Honduras con un 15,3 %.
A los desastres naturales ha de sumarse el aumento de los precios de alimentos en el mundo, como consecuencia del conflicto en Ucrania, asegura Mario Lubetkin, representante regional para Latinoamérica de la FAO.
Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega sostiene que los diversos programas creados en todo el país mantienen garantizada la seguridad alimentaria, pese a que son considerados como “asistencialistas” por expertos y críticos al mandatario.
“De los 24 productos de la canasta alimentaria del país solo se importaron tres productos en 2022, es decir, en 21 artículos la producción fue suficiente para garantizar seguridad alimentaria, abastecimiento en los mercados, estabilidad de precios y exportar excedentes en algunos”, subrayó en conferencia de prensa el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta.
No obstante el costo de la canasta básica ronda los 520 dólares en el país centroamericano, cuando la mayoría de familias tienen ingresos muy por debajo de los 300 dólares, subrayó a la Voz de América el especialista Manuel Orozco, experto en remesas y desarrollo de Diálogo Interamericano, un centro de pensamiento con sede en Washington.
En los últimos 7 años la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe aumentó en casi 100 millones de personas, según la FAO.
[Houston Castillo, periodista de la VOA, colaboró con este informe]
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en redes sociales: Facebook , Twitter e Instagram