La fiebre de las redes sociales ha llegado a la bolsa.
El desembarco de Facebook en Wall Street ha ganado todos los titulares este viernes. Pero Facebook no es la primera red social que entra en el Nasdaq (el índice de las empresas tecnológicas de Nueva York) en los últimos meses.
Algunas no han tenido mucho éxito.
Por ejemplo, Groupon, una empresa dedicada a cupones de descuento por las redes sociales, que entró en bolsa en noviembre de 2011 y desde entonces ha perdido la mitad de su valor.
Un mes después de Groupon salió Zynga, que se dedica a fabricar juegos sociales para la red, en menos de un año ha perdido aproximadamente un 20 % de su valor.
Una historia de éxito es la de la red de contactos profesionales Linkedin, que después de un año en bolsa y figura como una de las cinco Ofertas Públicas de Acciones (OPA) con mejor comportamiento del NASDAQ en el último año. En menos de un día una acción pasó de $ 45 dólares a valer unos $ 100 dólares, manteniéndose cerca de este precio durante el pasado año.
Datos como este y como la valoración de Facebook en torno a los $100.000 millones de dólares días antes de salir a bolsa, han despertado las sospechas de muchos analistas quienes creen que se podría estar frente a una burbuja como ya pasó entre 1997 y 2001, con las llamadas “punto com” (.com).
Decenas de empresas nacieron con la llegada de internet, eran ideas geniales, salieron a bolsa y recaudaron grandes cantidades de dinero. El valor del NASDAQ se duplicó desde el año 1999 al 2000 superando los 5.000 puntos. Pero muchos de esos puntos acabaron siendo simplemente aire, tan virtuales como las compañías.
En 2001 el índice se situaba por debajo de los 2.000 puntos. La mayoría de las empresas “puntocom” cerraron, sus creadores no fueron capaces de convertir grandes ideas en grandes formas de ganar dinero.
A esos años le siguieron otros de poca actividad y de reticencia de los mercados a todo lo que sonara a internet.
Sin embargo, la salida de Google a bolsa en 2004, marcó el inicio de una nueva era. Google valía $85 dólares por acción y hoy vale $621 por acción. El secreto está en el modelo de negocio.
A los gurús y los académicos de las comunicaciones les gusta comparar las redes sociales con la barra de un bar o una cafetería. Ambos son lugares en los que la gente se reúne, habla, se cuenta lo que ha hecho durante el día o en el fin de semana, se dan y reciben consejos e incluso algunos hacen negocios.
El dueño del bar gana dinero dependiendo de las cervezas, los refrescos o los cócteles que venda. Ese es su modelo de negocio, y cuanto más venda más vale su negocio. Las redes sociales lo tienen un poco más complicado.
Hoy en día, quizás aprendiendo de los errores de la década pasada, las empresas de redes sociales han desarrollado una manera de hacer dinero de forma mayoritariamente indirecta.
A través de los anuncios que se ven en sus páginas o los productos que compramos a través de esa plataforma, Facebook ingresó el año pasado $3.700 millones de dólares. Hoy sí, el proyecto cuenta con una forma de ganar dinero.
Sin embargo, los analistas coinciden en que Mark Zuckerberg, con solo 28 años de edad, tendrá que trabajar duro para umentar substancialmente los ingresos en los próximos años.
También tendrá que conseguir que muchos más pasen por “la barra” de su bar y que todo el que pase se tome su café, se deje algo de dinero y demostrar que su empresa no está sobrevalorada.
El desembarco de Facebook en Wall Street ha ganado todos los titulares este viernes. Pero Facebook no es la primera red social que entra en el Nasdaq (el índice de las empresas tecnológicas de Nueva York) en los últimos meses.
Algunas no han tenido mucho éxito.
Por ejemplo, Groupon, una empresa dedicada a cupones de descuento por las redes sociales, que entró en bolsa en noviembre de 2011 y desde entonces ha perdido la mitad de su valor.
Un mes después de Groupon salió Zynga, que se dedica a fabricar juegos sociales para la red, en menos de un año ha perdido aproximadamente un 20 % de su valor.
Una historia de éxito es la de la red de contactos profesionales Linkedin, que después de un año en bolsa y figura como una de las cinco Ofertas Públicas de Acciones (OPA) con mejor comportamiento del NASDAQ en el último año. En menos de un día una acción pasó de $ 45 dólares a valer unos $ 100 dólares, manteniéndose cerca de este precio durante el pasado año.
Datos como este y como la valoración de Facebook en torno a los $100.000 millones de dólares días antes de salir a bolsa, han despertado las sospechas de muchos analistas quienes creen que se podría estar frente a una burbuja como ya pasó entre 1997 y 2001, con las llamadas “punto com” (.com).
Decenas de empresas nacieron con la llegada de internet, eran ideas geniales, salieron a bolsa y recaudaron grandes cantidades de dinero. El valor del NASDAQ se duplicó desde el año 1999 al 2000 superando los 5.000 puntos. Pero muchos de esos puntos acabaron siendo simplemente aire, tan virtuales como las compañías.
En 2001 el índice se situaba por debajo de los 2.000 puntos. La mayoría de las empresas “puntocom” cerraron, sus creadores no fueron capaces de convertir grandes ideas en grandes formas de ganar dinero.
A esos años le siguieron otros de poca actividad y de reticencia de los mercados a todo lo que sonara a internet.
Sin embargo, la salida de Google a bolsa en 2004, marcó el inicio de una nueva era. Google valía $85 dólares por acción y hoy vale $621 por acción. El secreto está en el modelo de negocio.
A los gurús y los académicos de las comunicaciones les gusta comparar las redes sociales con la barra de un bar o una cafetería. Ambos son lugares en los que la gente se reúne, habla, se cuenta lo que ha hecho durante el día o en el fin de semana, se dan y reciben consejos e incluso algunos hacen negocios.
El dueño del bar gana dinero dependiendo de las cervezas, los refrescos o los cócteles que venda. Ese es su modelo de negocio, y cuanto más venda más vale su negocio. Las redes sociales lo tienen un poco más complicado.
Hoy en día, quizás aprendiendo de los errores de la década pasada, las empresas de redes sociales han desarrollado una manera de hacer dinero de forma mayoritariamente indirecta.
A través de los anuncios que se ven en sus páginas o los productos que compramos a través de esa plataforma, Facebook ingresó el año pasado $3.700 millones de dólares. Hoy sí, el proyecto cuenta con una forma de ganar dinero.
Sin embargo, los analistas coinciden en que Mark Zuckerberg, con solo 28 años de edad, tendrá que trabajar duro para umentar substancialmente los ingresos en los próximos años.
También tendrá que conseguir que muchos más pasen por “la barra” de su bar y que todo el que pase se tome su café, se deje algo de dinero y demostrar que su empresa no está sobrevalorada.