Existe la sensación entre los altos funcionarios antiterroristas de Estados Unidos de que las acciones de un puñado de estadounidenses están ayudando a impulsar el crecimiento de grupos extremistas racistas y de extrema derecha en todo el mundo.
Específicamente, los funcionarios señalan tiroteos masivos y otros ataques de alto perfil en EEUU que han ayudado a convertir a los responsables en mártires para grupos e individuos de ideas afines.
“No quiero ponerle un número ni nada. No puedo cuantificarlo”, dijo el martes el coordinador de contraterrorismo de Seguridad Nacional de EEUU., Nicholas Rasmussen, en una conferencia en línea sobre seguridad.
“Pero, desafortunadamente, sucede con demasiada frecuencia, donde los estadounidenses o las personas en Estados Unidos que llevaron a cabo estos horribles eventos o ataques, sirven como inspiración y contribuyen a la radicalización en otras partes del mundo”, explicó.
“Sus nombres, sus sistemas de creencias aparecen en los escritos o declaraciones de los atacantes que realizan ese tipo de actividad en el extranjero”.
La preocupación no es nueva. Investigadores, funcionarios occidentales e incluso algunos exlegisladores de EEUU han compartido durante años temores de que los grupos con sede el país hayan desempeñado un papel fundamental en la propagación de ideologías racistas y de extrema derecha.
La Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, por ejemplo, señaló en 2019 que Dylan Roof, condenado por el asesinato de nueve personas durante un tiroteo por motivos raciales en una iglesia en Carolina del Sur en 2015, estaba siendo elogiado en los foros de de derecha en internet.
Más recientemente, el excoordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado, Nathan Sales, advirtió a los legisladores estadounidenses de que los supremacistas blancos estadounidenses en particular están alterando el panorama de las amenazas.
“Lo que sucede en Estados Unidos influye en lo que sucede en el extranjero y lo que sucede en el extranjero influye en los ataques en Estados Unidos”, evaluó Sales. “Estas redes extremistas se comunican entre sí”.
Un excongresista, Max Rose, llegó a advertir que los extremistas supremacistas blancos estadounidenses están exportando credos de extrema derecha casi de la misma manera que los imanes radicales en partes del Oriente Medio exportaron las ideologías yihadistas que alimentaron a grupos terroristas como al-Qaeda y el Estado Islámico (ISIS).
Pero aunque esos grupos terroristas siguen siendo una amenaza, Rasmussen advirtió el martes que han sido superados, en lo que respecta al peligro en suelo estadounidense, por extremistas nacionales, incluidos los que defienden la ideología de la supremacía blanca.
“El equilibrio ha cambiado drásticamente”, dijo a reporteros en el Centro para la Nueva Seguridad Estadounidense en la Conferencia de Seguridad Nacional de 2023.
“Es el conjunto de amenazas del extremismo doméstico que ahora es mayor en volumen, frecuencia e incluso letalidad en el entorno actual, y eso es fuente de profunda preocupación”, alertó.
Preocupaciones en Canadá
Al igual que sus homólogos estadounidenses, los funcionarios canadienses también están expresando su preocupación.
“Desde 2014, hemos tenido ataques que mataron a 26 personas e hirieron a otras 46 en siete eventos separados que llamaríamos IMVE [Extremismo Violento Motivado Ideológicamente], por lo que este ha sido un tema prioritario”, dijo Lesley Soper, director general de política de seguridad nacional del Departamento Canadiense de Seguridad Pública y Preparación para Emergencias.
“Hemos llegado a comprender que esta perspectiva particular se puede extraer de una amplia gama de quejas e ideas de todo el espectro político y, por supuesto, está animada por la tecnología”, expresó en la anteriormente citada conferencia el martes.
Soper dijo que los foros en línea como los canales de YouTube, las plataformas de juegos y otros espacios continúan brindando a los extremistas movidos por motivos raciales espacio para reunirse y crecer.
"No hemos logrado avances más allá de algunas de las plataformas clave en poder de Occidente para golpearles realmente la espalda, ralentizando la circulación de contenido terrorista en línea que continúa impulsando la radicalización", dijo y animó a que esta responsabilidad sea asumida "con [un] poco más de fervor por las plataformas tecnológicas".
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