El expresidente de Nissan Motor Co., Carlos Ghosn, pareció abandonar el Centro de Detención de Tokio el miércoles tras depositar una fianza de 1.000 millones de yenes (8.900 millones de dólares).
Ghosn salió del centro disfrazado con una mascarilla quirúrgica, gafas, gorra y un uniforme de trabajador de la construcción. Rodeado de guardias de seguridad, se marchó en una camioneta plateada y no habló con los reporteros que lo esperaban.
La identidad del hombre no pudo ser confirmada de inmediato con las autoridades, pero el parecido era claro.
Televisoras japonesas siguieron al vehículo desde el centro de detención ubicado en las afueras del este de Tokio hacia el centro de la capital nipona.
Ghosn, expresidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi Motors, estaba detenido desde el 19 de noviembre y está acusado de falsificar reportes financieros y abuso de confianza.
El Tribunal de Distrito de Tokio confirmó que la fianza se depositó antes en el día, luego de que un juez rechazó la apelación de la fiscalía para mantener su detención. Esta era la tercera petición de libertad bajo fianza presentada por Ghosn.
La esposa del exdirectivo automovilístico, Carole Ghosn, y una de sus hijas, fueron vistas saliendo del centro de detención más temprano en el día.
Antes de su puesta en libertad, Ghosn, que el sábado cumplirá 65 años, hizo público un comunicado reafirmando su inocencia.
“Soy inocente y estoy totalmente comprometido a defenderme con insistencia en un juicio justo contra estas acusaciones sin fundamento ni valor”, declaró.
Por el momento no se ha fijado la fecha para el inicio del juicio.
Uno de los abogados de Ghosn, Junichiro Hironaka, señaló que su equipo legal ofreció nuevas condiciones para la liberación, como la instalación de una cámara de seguridad en la puerta de su casa y la promesa de no utilizar internet. Además, podrá realizar llamadas telefónicas pero no podrá viajar al extranjero.
