"Bolivia jamás va a romper el diálogo con Chile", señaló el presidente de Bolivia, Evo Morales, a pesar de su intención de recurrir a tribunales internacionales por el diferendo marítimo-territorial que los separa desde hace más de un siglo.
"Todavía confío en el diálogo, Bolivia jamás va a romper el diálogo con Chile, es nuestra obligación mantener ese diálogo", dijo Morales a periodistas un día después de encabezar el acto central por el Día del Derecho a la Recuperación Marítima ante 50.000 personas.
"Si bien hace 132 años que hemos perdido el mar, no es por culpa del pueblo chileno sino por culpa de las oligarquías nacionales, de la oligarquía chilena y con participación de las empresas transnacionales británicas", agregó Morales, al reiterar el concepto de "diplomacia de los pueblos" que impulsa desde 2006.
Días antes, el presidente dijo tener esperanzas en una negociación con Chile para superar los diferendos "de las aguas del Silala y el río Lauca", ambos fronterizos, y aclaró que la demanda boliviana por una salida al mar "tiene una nueva dirección".
"Tengo esperanza en el pueblo y el presidente chilenos de resolver mediante el diálogo el tema de las aguas del Silala y el río Lauca, incluso ya teníamos un acuerdo (en el primer caso)", dijo Morales en rueda de prensa.
El Silala y el Lauca se encuentran en la zona norte de Chile, y en el suroeste de Bolivia.
Reconoció que "no se pudo avanzar" en la demanda de una salida propia al mar como Bolivia reclama a Chile y sostuvo que ese tema "tiene una nueva dirección".
El 23 de marzo, Morales anunció que demandará a Chile después de haber impulsado el mayor acercamiento con el vecino país. Adujo que los chilenos no respondieron a la demanda boliviana de tener una salida soberana al mar que Bolivia perdió en 1879 en una guerra con Chile.
Los dos países estaban a punto de alcanzar un acuerdo por las aguas del Silala. Bolivia alega que se trata de un manantial artificialmente desviado hacia Chile, Santiago sostiene que es un río de curso continuo.
Bolivia también alega que Chile desvió unilateralmente aguas del río Lauca en 1962 y reclama compensación.
No obstante, el gobierno boliviano aún no presentó una demanda ante tribunales internacionales y tampoco mencionó una fecha por su demanda marítima.