Un panorama desalentador para los jóvenes que egresan de la universidad se vive en varios países europeos.
Un total de 5,5 millones de jóvenes están sin trabajo en el viejo continente, según la Comisión Europea, y las cifras de desempleo son de dos dígitos en lugares como Portugal, España y Francia.
La situación obliga a muchos recién egresados a trabajar en cadenas de comida rápida y otros servicios distintos a sus áreas de estudio, sobrevivir con empleos temporales o, sencillamente, volver a las casas de sus padres ante la imposibilidad de autofinanciarse.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) advierte de los efectos negativos de por vida que podría tener el abandonar a una edad tan temprana los planes de tener una carrera e ingresos propios.
Según cifras de la OCDE citadas en un reportaje de The Washington Post, a junio de 2012 el desempleo entre los jóvenes de entre 15 y 24 años en España alcanza el 52,7%, en Portugal el 36,4% y en Italia el 34,3%.
Un poco más abajo quedan Francia, con 22,8%, Finlandia con 20,7% y Bélgica con 19,5%.
En el caso de Grecia las últimas cifras, presentadas en abril de 2012, se asemejan a las de España, con 52,8% de desempleo entre los jóvenes.
La mayoría de estos países han visto crecer el número de jóvenes desempleados desde junio de 2011 hasta ahora.
Sólo Finlandia, Francia y Alemania lograron reducir la cifra de desempleo entre los menores de 25 años, aunque la variación fue inferior al 1% en el caso de los dos últimos y del 2,5% en Finlandia.
Según indica The Washington Post, para contrarrestar el desempleo juvenil, Italia está dando una pequeña exención de impuestos a aquellas empresas que incorporen personas a la fuerza de trabajo por primera vez.
España, en tanto, ha incrementado los préstamos para quienes iniciar pequeños negocios.
El presidente francés, Francois Hollande, ofreció a las compañías reembolsar hasta el 75% del salario de cada nuevo contratado de entre 16 y 24 años hasta por tres años. Con esto espera crear 100 mil nuevos empleos el próximo año, aunque significará un costo de 2,9 mil millones de dólares para el gobierno de Francia.
Pero al menos en un corto plazo, es poco probable que este tipo de medidas paliativas puedan dar una gran reducción a las cifras de desempleo.
Un total de 5,5 millones de jóvenes están sin trabajo en el viejo continente, según la Comisión Europea, y las cifras de desempleo son de dos dígitos en lugares como Portugal, España y Francia.
La situación obliga a muchos recién egresados a trabajar en cadenas de comida rápida y otros servicios distintos a sus áreas de estudio, sobrevivir con empleos temporales o, sencillamente, volver a las casas de sus padres ante la imposibilidad de autofinanciarse.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) advierte de los efectos negativos de por vida que podría tener el abandonar a una edad tan temprana los planes de tener una carrera e ingresos propios.
Según cifras de la OCDE citadas en un reportaje de The Washington Post, a junio de 2012 el desempleo entre los jóvenes de entre 15 y 24 años en España alcanza el 52,7%, en Portugal el 36,4% y en Italia el 34,3%.
Un poco más abajo quedan Francia, con 22,8%, Finlandia con 20,7% y Bélgica con 19,5%.
En el caso de Grecia las últimas cifras, presentadas en abril de 2012, se asemejan a las de España, con 52,8% de desempleo entre los jóvenes.
La mayoría de estos países han visto crecer el número de jóvenes desempleados desde junio de 2011 hasta ahora.
Sólo Finlandia, Francia y Alemania lograron reducir la cifra de desempleo entre los menores de 25 años, aunque la variación fue inferior al 1% en el caso de los dos últimos y del 2,5% en Finlandia.
Según indica The Washington Post, para contrarrestar el desempleo juvenil, Italia está dando una pequeña exención de impuestos a aquellas empresas que incorporen personas a la fuerza de trabajo por primera vez.
España, en tanto, ha incrementado los préstamos para quienes iniciar pequeños negocios.
El presidente francés, Francois Hollande, ofreció a las compañías reembolsar hasta el 75% del salario de cada nuevo contratado de entre 16 y 24 años hasta por tres años. Con esto espera crear 100 mil nuevos empleos el próximo año, aunque significará un costo de 2,9 mil millones de dólares para el gobierno de Francia.
Pero al menos en un corto plazo, es poco probable que este tipo de medidas paliativas puedan dar una gran reducción a las cifras de desempleo.