El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles en Twitter que abandona su imperio empresarial para centrarse en su tarea como presidente del país.
Durante la campaña, Trump rehusó distanciarse de sus empresas, pero ahora parece ceder a la a la presión para evitar posibles conflictos de intereses en el ejecutivo y beneficiarse del sector privado.
"Dejaré mi gran empresa para centrarme totalmente en gobernar el país para volver a hacer a Estados Unidos grande", tuiteó el republicano en una serie de mensajes publicados antes del amanecer.
"Aunque no estoy obligado a hacer esto por ley, siento que es visualmente importante, como presidente, no tener de ninguna manera conflictos de interés con mis diversos negocios".
Se están "elaborando (los documentos legales) para sacarme completamente de las operaciones comerciales", agregó diciendo que la presidencia es "¡una tarea mucho más importante!”.
Los presidentes de Estados Unidos no están sometidos a las mismas leyes éticas que el resto de funcionarios, pero la mayoría han optado por colocar sus bienes en “fideicomiso ciego” que maneja alguien más, para no entrar en conflictos de interés.
Trump, en cambio, al parecer entregará solo el manejo de sus empresas —y no su propiedad— a su hijos Donald Jr e Ivanka, con lo cual sigue existiendo la posibilidad de que las empresas se beneficien de su presidencia.
El jefe de Gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo en un programa de televisión que todavía no estaba listo para revelar si los hijos de Trump se harán cargo de las operaciones de las empresas.
Trump posee una serie de inversiones en bienes raíces, ventas, manejo de propiedades y mercadeo que incluyen hoteles, resorts, torres residenciales, campos de golf y terrenos en Manhattan, entre otras cosas.
