La advertencia del Servicio Metereológico Nacional de "extrema alerta roja", debido a condiciones climáticas excepcionales sumadas a un "evento histórico de viento" vaticinó correctamente que el área de Los Ángeles estaría expuesta a más peligro de incendios.
En la mañana del miércoles, brotó un nuevo incendio forestal poco después de las 6 a.m. en Simi Valley, en el condado de Ventura, una zona considerada parte del área metropolitana de Los Ángeles, donde hay varios ranchos y caballerizas.
Bautizado 'Easy Fire', porque comenzó cerca de una calle con ese nombre, el incendio forzó la evacuación de más de 26.000 residentes y animales. Por lo menos una casa sucumbió a las llamas. En pocas horas, el fuego arrasó más de 520 hectáreas.
"Este es un incendio de rápida expansión," dijo Mark Lorenzen, jefe de bomberos del condado de Ventura. "Estábamos preparados y teníamos planes de contingencia" en caso que les tocara batallar un incendio forestal de grandes proporciones, aseguró durante una conferencia de prensa.
Pero aún así, los esfuerzos de 800 bomberos, ocho aviones cisterna y nueve helicópteros que intentaban controlar el fuego se vieron obstaculizados durante la mañana por las condiciones extremas del viento.
Los fuertes vientos de Santa Ana alimentaron rápidamente el fuego que amenazó la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, donde yacen los restos del expresidente y su esposa.
Un humo espeso rodeó la ladera donde se encuentra el complejo de casi 12.000 metros cuadrados, un depósito de registros y artefactos de la administración Reagan. Gracias a la labor de los bomberos, aunque las llamas llegaron cerca de la biblioteca, hasta el momento, no ha sufrido daños, dijeron las autoridades.
"Los vientos de 40 a 60 millas por hora (65 a 97 km) superaron nuestros recursos de ataque", dijo Chad Cook, comandante de operaciones del departamento de bomberos de Ventura. "Los vientos son impredecibles. Estamos en una postura defensiva, con el objetivo de proteger vidas primero."
Cook dijo que están reforzando áreas cortafuegos para impedir que salte una de las autopistas de la zona. De hacerlo, el incendio continuaría su expansión poniendo en peligro otras zonas residenciales.
Hasta el momento, no hay contención del incendio.