El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que su Gobierno ha alcanzado un "acuerdo histórico" con la farmacéutica Pfizer para la compra de cien millones de dosis de su vacuna contra la COVID-19 y aseguró que "la luz ya comienza a brillar" al final del túnel.
"Hoy mi administración alcanzó un acuerdo histórico con Pfizer para la producción y entrega de 100 millones de dosis de su vacuna inmediatamente sea aprobada", declaró Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario, que dijo creer que de trata de una apuesta "ganadora", y expresó su deseo de que el proceso de aprobación del fármaco avance "muy rápidamente".
Asimismo, desveló que tras la primera entrega, la compañía farmacéutica deberá suministrar 500 millones de dosis adicionales para hacer frente al "virus chino".
Trump resaltó que el nuevo coronavirus representa una amenaza sobre todo para los ciudadanos de avanzada edad y dijo que la edad media de los fallecidos debido a la pandemia es de 78 años. Subrayó, además, que aproximadamente la mitad de las víctimas mortales se ha registrado en residencias de ancianos.
"En otras palabras, aproximadamente la mitad de las muertes se ha producido entre un 1% de la población. Piensen en ello. Así que sabemos qué estamos buscando", dijo. Por este motivo, anunció, la administración destinará fondos adicionales al cuidado de los más mayores, que "han estado lidiando con el aislamiento" cuando deberían estar disfrutando de "los años dorados" de su vida.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins el coronavirus se ha cobrado 142.756 vidas en Estados Unidos, donde se han registrado en total 3.941.741 casos confirmados. En las últimas semanas se han producido repuntes especialmente significativos en algunas regiones del país, especialmente en el sur y en la costa oeste.
El presidente aseguró que estos repuntes de contagios se deben a "varias causas", entre las que citó la elevada incidencia entre jóvenes después de la oleada de protestas que sacudió el país durante junio, a raíz de la muerte del afroestadounidense George Floyd, cuando se encontraba bajo custodia policial.
"Presumiblemente produjeron una mayor relajación de los esfuerzos de mitigación en todo el país", apuntó.
Otra de las causas, sostuvo, fue el aumento de reuniones durante los días festivos. Trump no mencionó, sin embargo, los casos vinculados con su mitin celebrado en Tulsa, Oklahoma, el pasado 20 de junio, ni las dos celebraciones que protagonizó con motivo del Día de la Independencia, el 4 de julio, una en el Monte Rushmore y otra en Washington D.C.
Ausencia de expertos
Trump quiso restar importancia al hecho de que, al igual que el martes, no le acompañara hoy ninguno de los expertos del equipo designado por la Casa Blanca para gestionar la pandemia, a diferencia de lo que venía siendo habitual en estas comparecencias hasta que dejaron de celebrarse, a finales de abril.
"Me informan a mí, me dan todo... todo lo que saben y yo se lo suministro a ustedes. Creo que es una manera mucho más concisa de hacerlo", dijo.
Desde hace semanas, algunos medios locales vienen reportando que el mandatario apenas tiene trato con el principal experto en enfermedades del país, Anthony Fauci, quien contradijo al presidente en más de una rueda de prensa. En los últimos días, varios miembros del Ejecutivo han criticado públicamente al galeno, sin que la Casa Blanca haya hecho nada al respecto.
Por otro lado, después de que a lo largo de las últimas semanas el presidente ha defendido la necesidad de reabrir las escuelas, llegando incluso declarar que presionaría a los estados para obligarles a hacerlo, algo que suscitó las críticas de expertos sanitarios y académicos, este miércoles Trump reconoció que esa es una responsabilidad que recae en los gobiernos locales.
"Tenemos una estrategia nacional, pero como saben, en última instancia depende de los gobernadores. Creo que la mayoría de gobernadores, muchos de ellos, quieren que las escuelas abran. Yo querría que las escuelas abrieran", concedió Trump.
En cualquier caso, la comparecencia de Trump, la más breve desde que comenzó la pandemia, estuvo marcada por el optimismo del presidente que llegó a decir: "Llegaremos al otro lado del túnel muy rápidamente. La luz ya comienza a brillar".