El lunes, día en que el Partido Demócrata comenzó su convención virtual, el actual presidente republicano de Estados Unidos, Donald Trump, llevó su campaña de reelección al corazón del Medio Oeste estadounidense.
En paradas realizadas en los aeropuertos de Minnesota y Wisconsin, decorados al estilo de sus campañas, y replicando la música rock que suele sonar en sus mítines políticos con el eslógan de "Make America Great Again", el presidente Trump, habló con grupos invitados de simpatizantes que le esperaban en la pista de aterrizaje de los aeropuertos, y acusó a su probable contendiente electoral de ser un títere despistado de "fascistas de izquierda".
El presidente advirtió que una victoria del partido de la oposición, en noviembre, significaría fronteras abiertas, colapso económico y otras calamidades para el pueblo estadounidense.
"En la América de Joe Biden, las protecciones de la ciudadanía estadounidense serán eliminadas y su comunidad quedará a merced de la mafia”, dijo el presidente a la audiencia al aire libre en el aeropuerto de Mankato, Minnesota.
Más tarde, durante un evento similar en la pista del aeropuerto de Oshkosh, Wisconsin, Trump dijo que "nadie estará a salvo en la América dirigida por Biden" porque el exvicepresidente y su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, "son procrimen y antipolicía", dijo.
Minnesota fue uno de los estados en los que Trump fue muy competitivo en 2016, Hillary Clinton apenas ganó con muy poca ventaja.
"Está claro que el presidente tiene una estrategia, es la vieja táctica de jugar con los temores de la clase media blanca acosada por protestas, disturbios y cambios demográficos", dijo Jennifer Delton, profesora de historia en Skidmore College a la VOA.
Agregó que, "Las protestas por George Floyd, los disturbios y los daños materiales resultantes, y los continuos llamamientos para 'desfinanciar' a la policía son realidades inquietantes e incómodas" para muchos en Minnesota, sobre todo para la generación de los baby boomers, independientemente de su inclinación política.
Minnesota fue, durante gran parte del siglo XX, un bastión de la tradición liberal progresista de la que surgieron dos vicepresidentes del Partido Demócrata: Hubert Humphrey y Walter Mondale. Pero desde la década de 1980, esa tradición ha sido desafiada por una variedad de conservadores.
“Al mismo tiempo, el estado se ha vuelto increíblemente diverso con comunidades Hmong (un grupo étnico de Asia) y somalíes, que tienen fuerte presencia y son políticamente activas”, dijo Delton.
Además de las visitas al aeropuerto en Minneapolis y Mankato en Minnesota y Oshkosh en Wisconsin, el presidente viaja este martes a la ciudad fronteriza suroeste de Yuma, en Arizona. Dos días después, está programado que haga una visita cerca de la casa donde pasó su infancia el candidato Biden en la ciudad nororiental de Scranton, Pensilvania.
Eso ocurrirá el mismo día que Biden pronuncie su discurso de aceptación de nominación presidencial desde el vecino Delaware.
En su exitosa campaña de 2016 para la Casa Blanca, Trump se deleitó con los vítores de los simpatizantes que agitaban carteles en grandes manifestaciones públicas. Pero tanto la campaña pública de Trump como la de Biden se han visto fuertemente restringidas este año por la pandemia de coronavirus y la necesidad de mantener a sus seguidores socialmente distanciados entre sí.
El cambio, del cual Trump culpa a China, por permitir que el coronavirus saliera de Wuhan, fue lamentado por el presidente el lunes. Debido al riesgo de propagación del virus COVID-19, el presidente dijo que cuando los candidatos pronuncien discursos ahora, “habrá que estar a dos campos de fútbol de distancia” de la audiencia.
Trump intentó organizar un mitin del tamaño de una arena deportiva en Tulsa, Oklahoma, en junio, pero la multitud que se presentó estuvo muy por debajo de las expectativas de su campaña. Uno de los prominentes asistentes a ese acto, el ex candidato presidencial republicano Herman Cain, quien no usó una máscara en el evento, murió más tarde de COVID-19.
El cambio de esta semana a través de los cuatro estados refleja la nueva realidad de eventos reducidos que son la antítesis de las campañas presidenciales estadounidenses de antaño.
Trump, quien durante meses ha estado detrás de Biden en las encuestas nacionales, espera limitar una mayor caída política generada por la convención demócrata virtual, donde las luminarias del partido durante cuatro días ensalzarán a Biden y ridiculizarán los 3 años y medio de Trump como presidente, particularmente su manejo de la pandemia y las predicciones de principios de 2020 de que el virus desaparecerá.
"La plaga de China se desvanecerá, pero no la olvidaremos", declaró Trump en Mankato el lunes. Estados Unidos, con casi 5,5 millones de casos de coronavirus, también tiene la mayor cantidad de muertes por COVID-19 reportadas de cualquier país, más de 170.000.
El presidente prefiere detenerse en otros asuntos durante sus eventos estilo campaña.
El lunes, habló sobre la reconstrucción de la economía por segunda vez después de la pandemia.
"¿Sabes lo que es eso?" Preguntó Trump. "Así es. Eso es Dios probándome. Él dijo: 'Sabes, lo hiciste una vez'. Y yo dije: '¿Hice un gran trabajo, Dios? Soy el único que podría hacerlo ". Dijo:" Eso, no deberías decirlo. Ahora vamos a hacer que lo hagas de nuevo ".
