La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló este jueves que el nuevo gobierno de Estados Unidos está aún revisando las políticas de la administración Trump hacia Cuba y aseguró que, pese a que puede haber puntos en común, el presidente Joe Biden tomará "su propio camino".
“Revisaremos las políticas de la administración Trump –como hemos hecho en otras áreas de Seguridad Nacional- para asegurarnos de que nuestro enfoque se alinea con ellas", declaró Psaki en rueda de Prensa. "Pero, tomaremos nuestro propio camino", adelantó.
El presidente demócrata anunció durante la campaña electoral que su intención era dar marcha atrás a política de Trump sobre Cuba y volver al status quo existente antes de que el republicano se instalara en la Casa Blanca.
Frente al acercamiento entre Washington y Cuba que se produjo durante la presidencia de Barack Obama, con Biden como vicepresidente del país, Trump abogó por una política de presión a base de sanciones, que recibió el apoyo de la comunidad cubana en Miami.
De hecho, una de las últimas medidas adoptadas por el anterior gobierno, apenas unos días antes del fin de su mandato, fue reingresar a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida que numerosos especialistas interpretaron como un obstáculo en las futuras relaciones entre ambos países.
“Nuestra política hacia Cuba se basa en dos principios: democracia y derechos humanos, este será el motor de nuestras acciones —sostuvo Psaki—. Y, en segundo lugar, los cubano-americanos, que son los mejores embajadores para la libertad en Cuba", concluyó.
Precisamente, el bienestar del pueblo cubano es el principal argumento esgrimido hasta la fecha por Biden para pasar página a los últimos cuatro años, tal y como comentó en septiembre en una entrevista a la cadena NBC: “Estoy tratando de dar marcha atrás a las políticas fallidas de Trump que han causado daño en los cubanos y sus familias. No ha hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”.