Los manifestantes que piden un alto a la violencia policial marcharon en Atlanta el lunes, días después de que la policía disparó fatalmente a Rayshard Brooks en la ciudad y tres semanas después de la muerte bajo custodia policial de George Floyd en Minnesota.
Las protestas de Atlanta, organizadas por grupos de derechos civiles, incluido el NAACP (Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color) se reunieron en las afueras del Capitolio, donde los legisladores volvieron a trabajar después del confinamiento por el coronavirus.
Más de mil manifestantes exigieron que los legisladores adopten la reforma de la justicia penal, así como asuntos relacionados con la votación, después de que las elecciones de la semana pasada se vieron empañadas por largas filas en las urnas.
Algunos manifestantes entraron al Capitolio, cantando consignas en la rotonda del edificio.
Varios legisladores estatales demócratas, que son minoría en la Cámara de Representantes y el Senado de Georgia, se unieron a la protesta el lunes y dijeron que están listos para actuar en los llamados a reformas. El presidente de la Cámara de Representantes, David Ralston, afirmó a los legisladores el lunes que quiere aprobar un proyecto de ley para penalizar aún más los crímenes de odio, diciendo que su aprobación es "tan importante" como aprobar un presupuesto estatal.
La Cámara aprobó previamente un proyecto de ley de crímenes de odio, pero se ha estancado en el Senado.
Muchos demócratas están proponiendo una serie de nuevas leyes para reformar las prácticas policiales, sin embargo, los republicanos, así como algunos demócratas, dicen que no hay tiempo suficiente para aprobar un gran paquete legislativo con solo 11 días restantes en la sesión de los legisladores luego de un prolongado cierre por el coronavirus.
Las manifestaciones también tuvieron lugar el lunes por la noche en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, para marcar dos semanas desde que la policía despejó por la fuerza a una multitud pacífica poco antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, caminara por el área para tomarse una foto en una iglesia cercana.
También el lunes, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acordó celebrar un debate urgente el miércoles "sobre las actuales violaciones de derechos humanos por motivos raciales, racismo sistemático, brutalidad policial y violencia contra manifestantes pacíficos".
El domingo trajo protestas en muchas ciudades, incluidas Washington, Nueva York, Los Ángeles, Atlanta y Miami.
La jefa de policía de Seattle, Carmen Best, dijo el domingo en el programa "Face the Nation" de la cadena CBS que espera que los agentes puedan regresar a una sección de la ciudad tomada por manifestantes pacíficos sin recurrir a "algo que se convierta en una situación de fuerza".
Los manifestantes han ocupado pacíficamente una parte de la ciudad de cuatro cuadras que han llamado "Zona Autónoma de Capitol Hill". Los organizadores dicen que quieren un barrio sin policía. Un enorme mural de "Black Lives Matter" cubre la calle principal del área.
Trump ha llamado a los ocupantes "anarquistas feos" y dijo que la ciudad debería "recuperar" la zona.
En declaraciones a periodistas en la Casa Blanca el lunes, Trump dijo: "el público estadounidense está muy enojado" por lo que está sucediendo en Seattle y dijo que los medios no están cubriendo la situación lo suficiente.
La alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, comparó la zona la semana pasada con "una atmósfera de fiesta de barrio" y sin amenaza para el público. Ella dijo que la zona será restaurada a la ciudad en algún momento.
Protestas continúan en Europa y otros países
Las marchas antirracismo inspiradas en la muerte de Floyd tuvieron lugar todo el fin de semana en algunas grandes ciudades europeas.
Manifestantes en Berlín formaron una cadena de 9 kilómetros de largo que comenzó en la Puerta de Brandenburgo.
En París, la policía protestó por lo que dicen fueron acusaciones injustas de racismo y brutalidad.
Poco después de que 15,000 personas se manifestaron en la capital francesa, alrededor de 50 oficiales y sus carros de policía rodearon el Arco del Triunfo.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo el lunes que crearía una comisión para analizar qué más se puede hacer para combatir la desigualdad racial en Gran Bretaña.
Johnson dijo el domingo que la "violencia racista" no tiene lugar en las calles británicas luego que extremistas de derecha atacaron a manifestantes contra el racismo. Unas 100 personas fueron arrestadas.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, culpó de la violencia únicamente a los derechistas y agradeció a la policía por hacer un "trabajo fantástico" en la restauración del orden.
También el domingo, cientos marcharon por Tokio, sosteniendo pancartas que decían "Black Lives Matter".
Miles también se manifestaron el domingo en Nueva Zelanda y se arrodillaron en un momento de silencio por Floyd frente al consulado de Estados Unidos.