La 20ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos indica que el mandato de un presidente saliente termina al mediodía del 20 de enero. Había muchas dudas sobre la asistencia de Donald Trump a la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, pero él mismo a través de las redes sociales lo ha confirmado este viernes.
“A todos los que me han preguntado, no voy a ir a la toma de posesión del 20 de enero”, ha escrito en su cuenta de Twitter, que volvió a estar activa tras permanecer bloqueada por la plataforma durante varias horas.
Donald Trump había cuestionado el resultado electoral clamando “fraude” en el conteo de los votos, a pesar de que varios tribunales en varios estados han desestimado sus demandas. Esa situación ha provocado que el actual presidente se niegue a acudir al que hubiese sido su último evento público como presidente de Estados Unidos.
Pero Trump no es el primer presidente en la historia que no acude a una toma de posesión. Ha ocurrido antes en tres ocasiones, si bien la última fue en 1869, hace más de 150 años.
1801, John Adams
En 1800 el entonces presidente John Adams perdió su reelección frente a Thomas Jefferson y se convirtió en el primer presidente en no asistir a una toma de posesión.
Según documentos históricos, el mandatario abandonó la residencia oficial en la capital del país a las 4 de la madrugada del 4 de marzo de 1801, pocas horas antes de que se oficializara la ceremonia.
Los historiadores de la época denominaron el hecho como la “Revolución de 1800” porque nunca antes había pasado algo así.
1829, John Quincy Adams
El presidente John Quincy Adams siguió los mismos pasos de su padre y decidió deliberadamente no asistir a la toma de posesión de su sucesor. Abandonó la Casa Blanca la noche del 3 de marzo, un día antes de que Andrew Jackson fuera investido nuevo presidente del país en 1829.
1869, Andrew Johnson
El vicepresidente Andrew Johnson asumió el cargo de presidente tras el asesinato de Abraham Lincoln en 1865. En la elección de 1868, Ulysses S. Grant salió victorioso por un amplio margen electoral.
El mandatario se negó a asistir a la toma de posesión del 4 de marzo, pero sí que permaneció en la Casa Blanca para firmar la legislación pertinente del cambio de poder.
De eso hace 152 años y desde entonces no se había vuelto a producir una situación parecida. Donald Trump, si no cambia de parecer, se convertirá en el cuarto presidente de la historia de Estados Unidos en no acudir al traspaso de poderes formal entre ambos presidentes.