La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dijo el viernes que habló con el jefe del Estado Mayor Conjunto acerca de impedir que un “desquiciado” presidente Donald Trump ordene medidas militares en sus últimos días en la Casa Blanca, incluso un posible ataque nuclear.
Pelosi dijo en una declaración a sus colegas que habló con el general Mark Milley “para analizar las precauciones disponibles para impedir que un presidente inestable inicie hostilidades militares o acceda a los códigos de lanzamiento” para iniciar una guerra nuclear. Milley le aseguró que los procedimientos están vigentes.
El presidente es el único autorizado a ordenar el lanzamiento de un arma nuclear, pero si un comandante militar, aconsejado por sus abogados, determinara que la orden es ilegal, podría negarse a cumplirla. Pelosi afirmó que la situación de “este presidente desquiciado no podría ser más peligrosa”.
La presidenta de la cámara baja presidió una teleconferencia con los legisladores demócratas acerca de posibles medidas a tomar en los últimos días de la presidencia de Trump, incluso la posibilidad de realizarle un juicio político. Los demócratas y muchos republicanos culpan a Trump por el asalto de una turba al Capitolio el miércoles y muchos dicen temer algún posible acto irracional por parte del presidente, como un ataque atómico.
Pelosi dijo que antes de la conferencia preguntó al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, si había manera de impedir que Trump iniciara un ataque nuclear. Según una persona familiarizada con la llamada, el jefe del Estado Mayor respondió que hay procedimientos que impedirían que Trump tomara semejante medida.
Posible juicio político
Numerosos legisladores han advertido que, aunque Trump debe abandonar el cargo el 20 de enero, cuando prestará juramento el demócrata Joe Biden, podría aún causar daños graves durante su salida. Adicionalmente, si la Cámara Baja le realizara un juicio político y el Senado lo condenara, no podría ser candidato a presidente en 2024 ni ejercer la función pública por el resto de su vida.
Llegar a una condena en el Senado republicano a estas alturas parece improbable, pero un indicio de lo incómodo de su situación es la notable escasez de declaraciones republicanas condenando los llamados demócratas a su destitución, a diferencia de lo que ocurría anteriormente.
Los últimos días de la presidencia de Trump se precipitan hacia un final caótico: encerrado en la Casa Blanca, abandonado por muchos colaboradores, tanto republicanos influyentes como miembros de su gabinete. Restaurada su cuenta de Twitter, dijo en un mensaje agresivo que no se debía “faltar el respeto” a sus seguidores, después de que el jueves divulgó un video en el que deploró la violencia.
Se multiplicaban los llamados a tomar medidas legales tras el asalto al Capitolio, en el que la policía mató a una manifestante y murió el policía Brian Sicknick. Otras tres personas murieron de “emergencias médicas” durante el ataque.
Continuaban sin cesar las fuertes críticas a Trump, quien días atrás exhortó a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio.
“Cada día que continúa en funciones es un peligro para la república”, dijo el legislador demócrata Adam Schiff.
Schiff, quien presidió el juicio político a Trump en 2019, dijo en un comunicado que el presidente “encendió la mecha que explotó el miércoles en el Capitolio”.
Se prevé que el lunes se presenten acusaciones para un juicio político en la Cámara Baja, lo que se votaría el miércoles, de acuerdo con una persona familiarizada con los planes y a la que se concedió el anonimato para poder hablar de ello.
Pelosi y el líder del bloque de senadores demócratas Chuck Schumer han pedido al vicepresidente Mike Pence y el gabinete que invoquen la 25ª enmienda constitucional, un mecanismo para destituir al presidente y permitir que asuma el vicepresidente en forma interina.
Pero parece improbable que Pence o el gabinete tomen medida alguna, sobre todo desde que la secretaria de Educación, Betsy DeVos y la de Transportes, Elaine Chao, renunciaron intempestivamente tras los sucesos en el Capitolio.
Durante un acto frente a la Casa Blanca el miércoles, Trump insistió en sus acusaciones infundadas de "amaño" e incitó a sus fieles a marchar al Capitolio, donde ambas cámaras legislativas certificaban los votos del Colegio Electoral que dieron la victoria oficial a Biden.
El jueves por la noche, Pelosi habló con su equipo de la posibilidad de un juicio político a Trump, horas después de anunciar que la cámara estaba dispuesta a tomar medidas si Pence y otros funcionarios no invocaban la Sección 4 de la 25ª enmienda: la destitución de Trump por su propio gabinete.
Schumer dijo que él y Pelosi trataron de hablar con Pence el jueves sobre la 25ª enmienda, pero no pudieron comunicarse con él.
Pence no ha hablado públicamente sobre la posibilidad de invocar la enmienda.