El secretario interino del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Christopher Miller, llamó a los socios regionales de Washington a seguir trabajando juntos para encarar los "retos comunes" a los que se enfrentan, entre los que nombró la situación política en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
"Es más importante que nunca que continuemos trabajando con nuestros socios del hemisferio occidental para encarar estos retos comunes. Esto incluye el seguir instando a naciones como Cuba y Nicaragua, y al régimen ilegítimo de Maduro en Venezuela, a que vuelvan al Estado de derecho mediante unas elecciones libres y justas", señaló Miller el jueves al tomar la palabra durante la Conferencia de Ministros de Defensas de las Américas.
El funcionario, que asumió el cargo en funciones tras el fulminante despido de Mark Esper, el pasado 9 de noviembre, también exhortó a las autoridades de estas tres naciones "a poner fin a la violencia en sus países".
En un plano más regional, el nuevo jefe del Pentágono, destacó "los problemas" que suponen las organizaciones criminales transnacionales y la pandemia global. "Ponen en peligro la paz y la seguridad que tan duramente venimos construyendo en las últimas dos décadas y media", alertó.
"Estoy orgulloso del progreso que hemos realizado en este campo —dijo Miller en referencia a la lucha contra el narcotráfico- pero también debemos cercenar los recursos de actores estatales y grupos criminales".
En los últimos tiempos, el gobierno estadounidense ha aumentado sus esfuerzos para combatir a las organizaciones criminales que operan por la región. El pasado mes de abril, la Casa Blanca anunció una importante operación contra el narcotráfico en aguas del Caribe, que tenía en el punto de mira al gobierno en disputa de Venezuela, al que acusó de "depender de los beneficios que proceden de la droga para mantener su poder opresor".
Miller denunció, además, los "intentos" de Rusia y China de "socavar" el orden establecido y "explotar" a otras naciones "para avanzar sus propios intereses". Desde hace tiempo, Washington viene alertando de la creciente influencia de Moscú y, sobre todo, Beijing en el sur del hemisferio, algo que el Pentágono interpreta como una amenaza a la seguridad nacional