Una corte en el estado de Minnesota, en el noroeste de Estados Unidos, continuó el jueves el juicio a Derek Chauvin, el policía acusado de la muerte, el año pasado, del afroestadounidense George Floyd, que generó protestas en todo el país contra la crueldad policial y el racismo sistémico en Estados Unidos.
La novia de George Floyd describió entre lágrimas al jurado cómo lo conoció, menos de tres años antes de su mortal arresto en la ciudad de Minneapolis, en el medio oeste de Estados Unidos.
El testimonio de Courtney Ross se produjo el cuarto día del juicio de Derek Chauvin, el oficial de policía acusado de la muerte de Floyd el año pasado.
Ross recordó que conoció a Floyd en un refugio del Ejército de Salvación donde él trabajaba como oficial de seguridad y habló con "esa gran voz sureña". También reconoció que ambos lucharon contra la adicción a los opioides.
“Es una historia clásica de cuántas personas se vuelven adictas a los opioides. Ambos sufríamos de dolor crónico. El mío estaba en mi cuello y el suyo en su espalda”, dijo Ross.
"Ambos teníamos recetas. Pero después se terminaron las recetas y nos volvimos adictos y nos esforzamos mucho para romper esa adicción muchas veces", agregó Ross.
Los fiscales parecían estar tratando con su testimonio de humanizar a Floyd y promover la empatía entre los miembros del jurado. Se espera que el equipo de defensa de Chauvin enfatice que una autopsia encontró fentanilo y metanfetamina en el sistema de Floyd.
A última hora del miércoles, los miembros del jurado vieron unos 20 minutos de vídeo de la cámara corporal de la policía, que abarcaba los momentos desde que los agentes se acercaron al vehículo de Floyd hasta cuando lo subieron a una ambulancia.
Un video reproducido el miércoles mostró a Chauvin diciendo que Floyd era "un tipo de tamaño considerable" y "probablemente estaba bajo influencia de alguna sustancia".
Chauvin estuvo arrodillado sobre la base del cuello de Floyd por alrededor de 9 minutos y 29 segundos, mientras Floyd se quejaba repetidamente de que no podía respirar.
Chauvin, quien es blanco, fue despedido por el Departamento de Policía de Minneapolis al día siguiente de la muerte de Floyd.
El jurado escuchó además testimonios de varios testigos, entre ellos el cajero de una tienda, Christopher Martin, que vendió cigarrillos a Floyd momentos antes de su encuentro con Chauvin.
Martin declaró que aceptó a conciencia un billete falso de 20 dólares con el que Floyd pagó por los cigarrillos sabiendo que el dinero sería rebajado de su salario de acuerdo con las normas de la tienda.
El cajero, de 19 años, dijo además que se arrepintió de su decisión y lo informó al gerente de la tienda, quien le instruyó que saliera a pedir a Floyd que regresara al lugar. “Si yo no hubiera aceptado el billete, todo se hubiera evitado”, agregó.
Al igual que otros testigos, Martin dijo que sintió “incredulidad y culpa” al observar desde la acera el arresto de Floyd.
El cajero y otras personas testificaron acerca de su frustración e indignación al observar a Chauvin arrodillado sobre el cuello de Floyd.
El expolicía enfrenta cargos de asesinato y homicidio involuntario y se ha declarado inocente.
Sus abogados defensores alegan que aplicó las instrucciones que recibió en su entrenamiento y que otros factores, como una enfermedad cardiaca y el uso de drogas, fueron la causa de la muerte de Floyd.
La ciudad de Minneapolis recientemente accedió a pagar a la familia de Floyd 27 millones de dólares de compensación para arreglar una demanda civil por abuso.
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