A menos de siete semanas para que concluya su mandato de cuatro años, muchas preguntas rodean al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
¿Reconocerá su derrota ante el presidente electo Joe Biden?
Hasta ahora, Trump no ha ofrecido un reconocimiento de su derrota, aunque tampoco es necesario que lo haga. Reconocer la derrota es simplemente una cortés tradición de las elecciones presidenciales estadounidenses en la que el candidato perdedor admite lo obvio y felicita al ganador.
Trump, sin embargo, no ha mostrado señal de reconocer inequívocamente que perdió la elección, aún cuando funcionarios en estado tras estado disputado han declarado que Biden ganó en los campos de batalla claves que conducen a su inauguración, el 20 de enero, como el cuadragésimo sexto presidente.
En lugar, Trump reiteradamente ha alegado que la elección fue fraudulenta y que le robaron un segundo mandato. El miércoles publicó un video de 46 minutos lleno de falsedades desvirtuadas alegando irregularidades en el voto y en el conteo de papeletas, tratando de probar que ganó.
“Fue un volcado masivo de votos, solo de Biden, casi solo de Biden. Y hasta hoy, todos están tratando de descifrar ¿de dónde salieron?, alegó Trump. “Pero yo pasé de ir a la delantera por mucho (en las horas después que las urnas cerraron) a perder por muy poco” en los días siguientes.
La frágil ventaja de Trump fue fácilmente explicada por el hecho de la masiva votación temprana por correo, la cual él criticó, por lo que fue abrumadoramente favorable a Biden; y tomó varios días en escrutarse porque algunos estados prohiben el conteo de votos anticipado hasta el día de las elecciones o, incluso, después que las urnas cerraran.
Trump y su campaña no han logrado avanzar por la vía legal en probar sus alegatos en los estados que eran campos de batalla y que se viraron a favor de Biden. En la más reciente derrota, la Corte Suprema de Wisconsin se rehusó el jueves a escuchar la demanda tratando de revertir su derrota por 20.000 votos, argumentando que el caso primero tenía que ser considerado en cortes inferiores.
Las elecciones presidenciales estadounidenses son decididas en el Colegio Electoral, con los estados más populosos teniendo más votos. Biden tiene un ventaja no oficial de 306-232, justo el mismo resultado que obtuvo Trump en 2016 y al que el republicano declaró como una “abrumadora” victoria sobre su rival demócrata, Hillary Clinton. En esta ocasión, además, Biden tiene además la delantera en votos populares, con un margen de casi siete millones de votos.
El Colegio Electoral se pronunciará el 14 de diciembre, y se espera que Biden sea declarado el ganador. El Congreso certificará el resultado del Colegio Electoral a inicios de enero, dos semanas antes que Biden sea juramentado sobre una plataforma que ya está en construcción en la fachada oeste del Capitolio en Washington.
Queda todavía una interrogante sobre la inauguración: ¿asistirá Trump?
Por más de un siglo, cada presidente saliente se ha adherido a la costumbre de asistir a la juramentación de su sucesor. Trump dijo que ya tomó una decisión, pero no ha aclarado dónde estará el Día de la Inauguración. Se sabe que ya está contemplando aspirar nuevamente en el 2024 y se especula con que podría presentar su candidatura ese mismo día.
Sólo un presidente, Grover Cleveland, en 1982, exitosamente recapturó otro mandato en la Casa Blanca después de perder su reelección cuatro años antes.
Trump mantiene sus opciones abiertas y ofrece algunas pistas sobre sus planes. Le ha dicho a los republicanos en una fiesta en la Casa Blanca esta semana que “han sido cuatro años espectaculares".
"Estamos tratando de lograr otros cuatro años. De lo contrario, nos veremos en cuatro años”, concluyó.
