El camarógrafo John Oliva está acostumbrado a cerrar su compañía de producción de video en cualquier momento. Por lo general, es cuando un huracán está a punto de azotar la costa del sur de Florida. Pero en marzo, su negocio se vio afectado por un desastre diferente: la pandemia de coronavirus.
“A casi todos se les ordenó dejar de operar, quedarse en casa. Fue devastador”, dijo Oliva, propietario de Digital Cut Productions en Fort Lauderdale. Casi de la noche a la mañana, no tenía nuevos negocios, sus proyectos fueron cancelados y le preocupaba el futuro de la compañía de 17 años.
"No estábamos muy preparados para operar un día y cerrar al siguiente debido al coronavirus" señaló Oliva, de 55 años, a la Voz de América.
Después de la conmoción inicial, él y su esposa, Lauri, decidieron que no podían quedarse sentados ya que las personas sufrían de aislamiento y crecientes dificultades económicas.
"Incluso si no estuviéramos haciendo dinero, queríamos hacer lo que pudiéramos para ayudar a nuestra comunidad. Entonces dijimos: "¿Por qué no usamos nuestros talentos y encontramos una manera de hacer algo bueno?", dijo el veterano camarógrafo.
El primer proyecto voluntario de Oliva lo llevó a una granja de caballos, un lugar perfecto para que su pequeño equipo de producción practicara el distanciamiento social. Produjeron un comercial de decoración para el hogar para la propietaria de otra pequeña empresa cuya tienda minorista cerró en marzo.
"Fue un gesto maravilloso y amable", destacó Caroline Giraud, propietaria de La Vie En Blanc en Fort Lauderdale. “Mi tienda reabrió a fines de mayo, pero el negocio ha sido lento. Este hermoso video se está utilizando en las redes sociales para atraer tráfico a nuestro sitio web y, con suerte, atraer nuevos clientes", dijo Giraud a la VOA.
Ayudando a sanar una comunidad
En un brillante domingo por la mañana, Oliva, su esposa y sus dos hijas normalmente asistirían a misa en su iglesia católica. Pero con los servicios religiosos en persona cancelados debido al coronavirus, Oliva instaló equipos y con su sacerdote en el altar, transmitió en video los servicios religiosos en línea.
Sabemos la importancia de orar durante estos tiempos difíciles, especialmente para el Viernes Santo y la Pascua. Queríamos hacer lo que pudiéramos para permitir a las personas estar seguras y celebrar la misa en casa", indicó Oliva.
La crisis de salud también obligó a las escuelas del sur de Florida a cerrar y cancelar las ceremonias de graduación de la escuela secundaria. "Fue desgarrador para los estudiantes que no se gradúan, así que se nos ocurrió la idea de producir un video virtual de graduación para los estudiantes", señaló el empresario.
Los estudiantes de The Sagemont School en Weston, Florida, enviaron clips de Oliva que fueron editados en un colorido video.
"Realmente lo apreciaron. No es tan bueno como una graduación de la vida real, pero es algo que pueden conservar como recuerdo", dijo.
A medida que muchas pequeñas empresas comienzan a reabrir, Oliva apuntó: "Pueden pasar de seis meses a un año antes de que las cosas vuelvan a la normalidad". Hasta entonces, su equipo de producción ahora está trabajando en videos de recaudación de fondos para una organización benéfica que regala alimentos a los necesitados.
"Siento que el sur de Florida es una comunidad fuerte que ha visto su parte de adversidad, pero nos recuperaremos", añadió. "Mientras tanto, mantendremos las cámaras en funcionamiento para ayudar a otros negocios, ayudar a nuestra iglesia, ayudar a nuestra comunidad".