A pesar de que la tasa de mortalidad del coronavirus en Estados Unidos ha disminuido, los estadounidenses no deben confiarse ni las autoridades deben caer en una falsa “complacencia”, aseguró el martes el principal experto en enfermedades infecciosas del país, Anthony Fauci,
"Es una narrativa falsa sentirse cómodo con una tasa de mortalidad más baja", dijo el experto. “Hay tantas otras cosas que son muy peligrosas y malas sobre este virus, no hay que caer en una falsa complacencia", aseguró el epidemiólogo en una teleconferencia organizada por el senador Doug Jones, demócrata por Alabama.
La tasa de muerte por COVID-19 en EE.UU. ha disminuido en las últimas semanas en comparación con la que se vio durante el brote en abril, a pesar de que hay muchos más casos en todo el país, con más de 50.000 nuevas infecciones diarias.
Fauci reconoció la disminución en la mortalidad, atribuyéndola en gran parte a los nuevos contagios en los estados del sur que han visto un repunte como Florida, Arizona y Texas, entre personas jóvenes. Sin embargo, el médico advirtió que la edad no exime a las personas de graves repercusiones en la salud.
“La tasa de mortalidad es más baja, lo admito. Porque las personas en general, son jóvenes o más saludables. Pero eso no significa que no se pueda enfermar gravemente ", dijo el doctor.
EE.UU. tiene el mayor número de casos y muertes por COVID-19 en el mundo, con más de 2,9 millones de infectados y 130.000 muertes.
Fauci dijo que el aumento de casos es un “resurgimiento” y enfatizó que el número de casos por día se ha casi triplicado: pasando de 20.000 a casi 57.000.
El experto achacó el nuevo pico al hecho de que muchos estados relajaron las restricciones y reabrieron los negocios “a veces muy pronto, en algunos casos saltándose requisitos”.
“Tenemos una situación en este momento en la que tenemos que proceder para continuar intentando reabrir de una manera segura, medida y muy prudente ", dijo Fauci.
El presidente Donald Trump ha celebrado el descenso en la tasa de mortalidad en EE.UU., asegurando erróneamente que es la “más baja del mundo”.
De los diez países del mundo más afectados por el COVID-19, EE.UU. tiene el segundo número más alto de muertes por cada 100.000 personas (39,82), solo superado por el Reino Unido, según datos de la Universidad John Hopkins.