El exgobernador de Nuevo México Bill Richardson dijo que no pudo lograr la liberación de varios estadounidenses encarcelados en Venezuela después de reunirse el jueves en Caracas con el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos no reconoce.
Richardson contó que habló con Maduro sobre la posible liberación de varios prisioneros estadounidenses y de otros asuntos humanitarios vinculados a la pandemia del coronavirus.
“Lamentamos no haber podido asegurar la liberación de los estadounidenses”, señaló Richardson en un comunicado, agregando que se vió en persona con Maduro después de hablar con él por teléfono el martes y de reunirse tres veces con Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación y portavoz principal del gobernante venezolano en disputa.
Según Richardson, varias familias de prisioneros estadounidenses en Venezuela lo contactaron, lo que provocó su visita al país sudamericano que comenzó el pasado lunes.
Entre los ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela se incluyen dos ex Boinas Verdes, Luke Denman y Airan Berry, arrestados en mayo mientras participaban en una incursión fallida organizada desde la vecina Colombia para derrocar a Maduro.
La misma suerte corren seis ejecutivos de CITGO, la filial estadounidense de la petrolera estatal PDVSA, cinco venezolano-estadounidenses y un residente permanente en Estados Unidos. Fueron atraídos a Caracas para una reunión a fines de 2017 en las oficinas PDVSA, cuando agentes de seguridad enmascarados invadieron una sala de juntas y se los llevaron.
Richardson, quien se desempeñó como embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas y como secretario de Energía en el gobierno del expresidente Bill Clinton, realizó la misión humanitaria privada en coordinación con la Casa Blanca. Richardson también expresó su gratitud al gobierno de Qatar por su asistencia.