Estados Unidos y México acordaron cooperar en temas de seguridad, comercio y migración, durante el viaje de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, donde se reunió con el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Harris dijo a reporteros en Ciudad de México haber tenido un encuentro bilateral “muy productivo” con López el líder mexicano y aseguró que los dos países están entrando en “una nueva era”.
“EE.UU. y México tienen una relación de larga data (…) creo firmemente que estamos entrando en una nueva era de interdependencia y conexión entre las naciones”, aseguró la vicepresidenta, durante el que es su primer viaje al exterior en el cargo.
Enfocar las causas
Al finalizar la tarde del martes la vicepresidenta Harris dijo en una conferencia de prensa a nombre del gobierno de Estados Unidos que tanto ella como el presidente Biden conocen la importancia que tiene para el bienestar del país el hecho de continúen trabajando junto a sus aliados internacionales, “entendemos que esas relaciones tienen un impacto en nosotros internamente”.
“Hay una cosa que sé que es evidente, y es que si vamos a encarar esos temas que afectan la frontera sur de Estados Unidos, y esto lo hablamos con el presidente López Obrador (…) y tenemos que tener la capacidad de enfrentar las causas subyacentes de por qué la gente emigra”, dijo.
La vicepresidenta Harris también habló desde otro ángulo sobre las causas de la inmigración irregular. “Es una prioridad para nosotros el resolver lo que ocurre en nuestra frontera, debe ser una prioridad para nosotros el entender por qué la gente emigra. La realidad es que la mayoría de la gente cuando emigra lo hace sin querer hacerlo y la mayoría quiere regresar. Ese es el espíritu con el que estamos encarando estos temas. También creo que si uno quiere resolver un problema, tiene que ir a la raíz del problema”.
“No puedo recalcar lo suficiente que la mayoría de la gente no quiere dejar su país y cuando lo hacen por lo general es por una de dos razones: o están huyendo de una situación de peligro, o si se quedan en su país no pueden satisfacer las necesidades básicas de sus familias”, señaló.
Como parte de los compromisos alcanzados en la visita de Harris, la Casa Blanca dijo que los líderes acordaron expander colaboraciones de alto nivel en temas económicos y de seguridad, al igual que para atacar las “causas de la migración” desde Centroamérica.
Entre los compromisos, está una inversion de 130 millones de dólares por parte de EE.UU. —en tres años—para vivienda y empleo en el sur de México, entrenamiento y ayuda a las fuerzas del orden mexicano para “desmantelar organizaciones de trata de personas”, según informó la Casa Blanca.
A su vez, los países pactaron establecer diálogo a nivel de gabinete de ambos gobiernos en temas de seguridad, laborales y económicos.
Con respecto a la migración, la Casa Blanca dijo que los países firmaron un “memorando” para trabajar en “promover el desarrollo” en El Salvador, Honduras y Guatemala e “incrementar la cooperación para asegurar las frontera y asegurar la migración ordenada”.
Otro de los objetivos de la reunión, según informó la Casa Blanca, era “acabar con las organizaciones criminales de trata de personas” que “representan una amenaza para todos los pueblos”.
El ejecutivo liderado por Joe Biden ha mostrado su compromiso para dar “una respuesta conjunta”, especialmente en los crímenes que se dan en la frontera sur de Estados Unidos con México.
“Ambos países están comprometidos a trabajar conjuntamente para reducir los homicidios y las muertes relacionadas con las drogas en ambos lados de la frontera”, explican fuentes del gobierno.
La vicepresidenta también aprovechó su visita para reunirse con un grupo de mujeres emprendedoras así como con lideres de sindicatos mexicanos para hablar acerca de los derechos laborales y la importancia de mejores salarios.
La administración del presiente Joe Biden se ha visto abrumada por la cantidad de niños y familias migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México y ha buscado ayuda de su vecino del sur para frenar dicho flujo.
En lo que va del año 90.850 migrantes -mayormente de Honduras- fueron detenidos por autoridades mexicanas en su paso hacia el norte. Del total, un 20% eran menores de edad, según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM).
Sin embargo, el viaje de Harris está plagado de implicaciones políticas en Estados Unidos, ya que los republicanos culpan a Biden y Harris por el aumento de migrantes que intentan cruzar la frontera suroeste del país con México.
En una conferencia de prensa en la ciudad de Guatemala, Harris desvió una pregunta sobre cuándo visitaría la frontera, aunque ha dicho que lo haría en algún momento.
En una conferencia de prensa reciente, algunos republicanos mostraron una imagen de Harris con la leyenda: "FALTA EN LA FRONTERA".
"Las reuniones de Kamala en México y Guatemala buscan distraer la culpa lejos de la Administración Biden, sin resolver la crisis que el mismo Biden creó", indicó el Comité Nacional Republicano en un comunicado.
Cómo lograr que la ayuda llegue a los más necesitados, y lograr que la corrupción sea enfrentada con apoyo del gobierno local, son otros puntos que señalan los republicanos como retos para los que, según aseguran, no hay un plan sólido.
Su visita generó también comentarios críticos de Sarah Rich, abogada y supervisora principal del Southern Poverty Law Center (SPLC) emitió una declaración en respuesta a algunos de los comentarios de la vicepresidenta Kamala Harris acerca de la inmigración irregular.
"Buscar protección contra la violencia y la persecución es un derecho humano fundamental, y el derecho a solicitar asilo está protegido por las leyes estadounidenses e internacionales, derechos que el SPLC ha estado tratando de proteger en nuestros tribunales durante años. La vicepresidenta Kamala Harris emitió recientemente una advertencia a los posibles migrantes en Guatemala: "No vengas (...) si vienes a nuestra frontera serán enviados de vuelta".
Rich dijo que sus comentarios "van en contra del derecho a buscar asilo en Estados Unidos e indican una inquietante continuidad entre la administración Trump y la administración Biden-Harris. Los comentarios de la vicepresidente ignoran la larga historia de nuestro país de intromisión en los asuntos de Centroamérica y de apoyo a gobiernos de derecha que masacraron a sus propios ciudadanos y malversaron dinero público".
A su vez dijo que "ya sea que la administración Biden-Harris quiera que las personas huyan de Centroamérica o no, continuarán haciéndolo, y el gobierno de Estados Unidos debe darles la bienvenida con políticas humanas que afirmen su dignidad y cumplan con la ley. Esta administración prometió romper con las políticas racistas, xenófobas y antiinmigrantes del presidente Trump, pero en lo que respecta al asilo, las políticas de la administración Biden-Harris son más de lo mismo", afirmó.
México es la segunda y última parada de Harris a la región; la vicepresidenta también pasó por Guatemala, donde anunció a su vez acuerdos de cooperación con el gobierno del presidente Alejandro Giammattei.
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