El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una ley que exige sanciones al gobierno de China por la represión contra la comunidad musulmana uigur.
En una declaración despachada por la Casa Blanca, Trump comentó que la ley 3744, nombrada "Ley de política de derechos humanos Uigur de 2020”.
La legislación, dijo el presidente, “responsabiliza a los autores de violaciones y abusos de los derechos humanos, como el uso sistemático de campos de adoctrinamiento, trabajos forzados y vigilancia intrusiva para erradicar la identidad étnica y las creencias religiosas de los uigures y otras minorías en China”.
Sin embargo, refutó la sección 6 (g) porque, según afirma “pretende limitar mi discreción para terminar las sanciones de inadmisibilidad bajo la Ley”.
Según el mandatario, tal acápite podría limitar su autoridad constitucional para llevar a cabo la diplomacia, como por ejemplo “recibir como representantes diplomáticos a ciertos funcionarios extranjeros en virtud del Artículo II, Sección 3 de la Constitución”.
La ley hace un llamado a las compañías estadounidenses que operan en Xinjiang para que tomen medidas para asegurarse de que no usen piezas hechas con trabajo forzado.
En 2018 expertos en derechos humanos en Ginebra dijeron que estaban alarmados por el conocimiento que tenían de la existencia de campos de adoctrinamiento políticos para los uigures en los que los recluía el gobierno de China en la provincia de Xinjiang.
Aun así, el gobierno de la nación asiática ha negado tajantemente la existencia de tales campos de reformación.