El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, implementará una revisión radical de las leyes de inmigración de la nación el día de su investidura, incluido un plan de ocho años a la ciudadanía para inmigrantes sin estatus legal y una expansión de las admisiones de refugiados, junto con un plan de cumplimiento de la ley que implementa tecnología para patrullar la frontera.
La propuesta legislativa de Biden, que se enviará al Congreso el miércoles, también incluye un fuerte enfoque en abordar las causas fundamentales de la migración desde Centroamérica.
La pieza central del plan de Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris es la vía de ocho años, que pondría a millones de inmigrantes calificados en un estado temporal durante cinco años y luego les otorgaría una tarjeta verde una vez que cumplan ciertos requisitos como verificación de antecedentes y pago de impuestos. Podrían solicitar la ciudadanía tres años después.
Para calificar, los inmigrantes deben haber estado en Estados Unidos el 1 de enero, una medida destinada a frenar cualquier apuro por llegar a la frontera.
Los beneficiarios de DACA, el plan de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia -que otorgó protecciones clave para los "dreamers" o soñadores- y el programa de estatus de protección temporal para los migrantes de naciones devastadas por desastres podrían solicitar una tarjeta verde de inmediato.
Los detalles fueron descritos por varios funcionarios de transición que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar en público.
El ambicioso proyecto de ley migratoria, de ser aprobado por el Congreso, permitiría legalizar permisos para millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos.
Sin embargo, apuntan expertos, el proyecto de ley pudiera verse atascado en “meses de disputas políticas en el Capitolio” debido al rechazo de los votantes conservadores y de la línea dura de la inmigración.
Biden también firmará varias órdenes ejecutivas, según un memorando del jefe de gabinete que está por asumir su rol en la Casa Blanca, Ron Klain.