Estados Unidos incautó el cargamento de cuatro buques petroleros que llevaban gasolina desde Irán a Venezuela, confirmó el viernes el Departamento de Justicia, que calificó el acto como la mayor confiscación de petróleo iraní por las autoridades estadounidenses.
"El Departamento de Justicia anunció hoy la interrupción exitosa de un envío multimillonario de combustible por parte del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización terrorista extranjera designada, que se dirigía a Venezuela", añadió el comunicado.
Según el texto, se trata de 1.116 millones de barriles de petróleo, ahora bajo custodia estadounidense.
El periódico The Wall Street Journal había informado primero sobre el tema, indicando que forma parte de los esfuerzos de Washington para aumentar la presión económica sobre Irán y Venezuela.
La nota del Departamento de Justicia explicó que ejecutó una orden de incautación emitida por un tribunal estadounidense en el Distrito de Columbia y con la ayuda de socios extranjeros, aunque no especificó quiénes colaboraron ni en dónde se efectuó la incautación.
"Los fondos confiscados con éxito (...) pueden dirigirse total o parcialmente al Fondo de Estados Unidos para víctimas del Terrorismo de Estado", señala el comunicado.
Una portavoz del Departamento de Estado atribuyó a la "diplomacia" llevada a cabo por el entonces enviado de EE.UU. para Irán, Brian Hook —quien dejó su cargo la semana pasada—el éxito en la incautación del cargamento.
"Vemos que cada vez más flotas navieras mundiales evitan el comercio entre Irán y Venezuela debido a la implementación de nuestras sanciones y los esfuerzos de cumplimiento", dijo la portavoz Morgan Ortagus en un comunicado.
En julio, fiscales de Estados Unidos presentaron una demanda para incautar la gasolina a bordo de los cuatro buques —Bella, Bering, Luna y Pandi— que Irán intentaba enviar a Venezuela en ese momento.
Los buques están conectados a una red de compañías propiedad de un empresario griego llamado George Gialozoglou, según confirmó el WSJ y el Financial Times. Según aseguraron funcionarios estadounidenses a los medios,
El paradero de los buques, en este momento, es desconocido. Según dijo a la Voz de América el socio de la firma de inversores Caracas Capital, que rastrea movimientos marítimos, Russ Dallen los buques apagaron sus dispositivos de rastreo hace más de un mes.
El Bering apagó su señal el 11 de mayo cerca a las costas de Grecia, el Bella el dos de julio en las Filipinas y la última señal de rastreo del Luna y el Pandi fue en el golfo de Omán el diez de julio, explicó Dallen.
Los barcos inicialmente llevaban bandera Libia; sin embargo, el país norteafricano los quitó de su registro, explicó Dallen.
Los petroleros de propiedad griega Bella y Bering no habrían podido conseguir un seguro y acceso a la banca internacional si hubieran seguido adelante. Según funcionarios estadounidenses, estas naves y las otras dos, Luna y Pandi, navegan hacia Houston, en el estado de Texas.
El embajador de Irán en Venezuela, Hojat Soltani, en un mensaje de Twitter, trató el jueves de desvincular a su país del cargamento.
"Otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de EE.UU. Los barcos no son iraníes, y ni el dueño ni su bandera tienen nada que ver con Irán", dijo Soltani.
Sin embargo, de acuerdo con los fiscales estadounidenses, que menciona AP, una de las compañías involucradas en el envío a Venezuela, el Avantgarde Group, ha sido vinculada con anterioridad a la Guardia Revolucionaria de Irán y a intentos para evadir las sanciones de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia dijo además que después de la orden de confiscación estadounidense, la marina iraní trató el miércoles de abordar a la fuerza a un barco no relacionado en un intento aparente de recuperar el petróleo incautado, pero no tuvo éxito.
El incidente, cerca del Estrecho de Ormuz, fue reportado por los militares estadounidenses en un mensaje de Twitter que incluyó un video del abordaje.
[Alejandra Arredondo desde Washington D.C. contribuyó a este reportaje]