El enfoque de Washington en su su regreso al Consejo de Derechos Humanos de la ONU será "trabajar con los aliados" para seguir apoyando al pueblo de Venezuela y Cuba en sus "aspiraciones democráticas", aseguró la vocera en español del Departamento de Estado de Estados Unidos, Namita Biggins, en entrevista con la Voz de América.
La funcionaria desestimó la posibilidad de cualquier contacto directo con el gobierno venezolano, incluso en el seno del consejo, de la que forma parte Venezuela. “No vamos a tratar directamente con el régimen de Maduro, sino que vamos a enfocarnos en trabajar con nuestros socios y aliados”, aseguró la portavoz.
El Departamento de Estado anunció el lunes que EE.UU. tiene intención de reintegrarse al Consejo de Derechos Humanos, del cual se retiró en junio de 2018 durante la administración del expresidente Donald Trump. El nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que EE.UU. reconoce que “el Consejo de Derechos Humanos es un cuerpo imperfecto, con necesidades de reformar su agenda, sus integrantes y su enfoque”.
Países cuyos gobiernos han sido acusados de violar los derechos humanos, como Venezuela, Cuba, Eritrea y Libia forman parte del cosejo. Blinken, explicó la decisión de reintegrarse alegando que la nueva política exterior de Washington está centrada en la “democracia, los derechos humanos y la igualdad”.
Biggins, una funcionaria de carrera que ya se desempeñaba en la cartera de Exteriores durante la anterior administración, lamentó la salida de EE.UU. del consejo: “tenemos que interactuar con nuestros aliados y socios para que haya cambios positivos; no logramos nada después de salir de este consejo”.
Con respecto a la política concreta hacia Venezuela, la portavoz del Departamento de Estado recalcó que la Casa Blanca sigue reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino del país y a la Asamblea Nacional como “única institución democráticamente elegida”.
La Unión Europea, uno de los aliados tradicionales de EE.UU. a los que Biden planea acercarse después de que el gobierno de Trump debilitara los lazos, dejó de reconocer a principios de año a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.
El bloque europeo basó su decisión en que, desde que el partido oficialista retomó el control de la Asamblea Nacional -previamente de mayoría opositora- el argumento legal para reconocer a Guaidó ya no es válido, según informó la agencia Reuters.
El bloque opositor que lidera Guaidó no participó en las elecciones legislativas e instauró un órgano legislativo paralelo a la nueva Asamblea.
La portavoz del Departamento de Estado dijo que EE.UU. continúa manteniendo contactos con “varios miembros de la oposición” además de Guaidó y que la prioridad en la política hacia Venezuela de Biden es hacer frente a “la crisis humanitaria” y actuar contra “el régimen y sus colaboradores”.