El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el lunes los nombres de sus principales funcionarios para el área de atención médica, eligiendo al excongresista Xavier Becerra como su futuro secretario de Salud y Servicios Humanos, desde el cual liderará la lucha del país contra la pandemia del coronavirus y supervisará la distribución de millones de vacunas en los próximos meses.
Becerra es actualmente fiscal general del estado occidental de California, quien encabezó la defensa el mes pasado en la Corte Suprema de Estados Unidos contra un intento conservador de revocar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio del país, más conocida como Obamacare, en un caso aún por decidir.
Durante sus 24 años como congresista en la Cámara de Representantes, Becerra trabajó para obtener la aprobación de la ley nacional de atención médica que ha brindado cuidado de salud a millones de estadounidenses.
Además, Biden eligió al doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, como su principal asesor médico frente al COVID-19. Biden también le pidió a Fauci que continúe en su cargo de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Fauci, de 79 años, se ha desempeñado como asesor médico de seis presidentes de Estados Unidos y durante meses ha sido el rostro de la respuesta del gobierno a la pandemia. En los meses previos a las elecciones presidenciales, el presidente Donald Trump se molestó cada vez más por los reportes sombríos de Fauci sobre la propagación del virus.
Biden se ha comprometido a prestar mucha atención a los hallazgos científicos sobre el virus de Fauci y otros expertos médicos y a vacunarse tan pronto como Fauci diga que es seguro. Las autoridades sanitarias de EE. UU. están a punto de revisar dos vacunas propuestas que han demostrado ser efectivas en pruebas clínicas. Millones de dosis de las vacunas podrían estar disponibles a finales de este mes, y millones más a principios de 2021.
El resto del equipo
Biden nombró al doctor Vivek Murthy como director general de salud, cargo que ocupó de 2014 a 2017 durante la administración del entonces presidente Barack Obama, cuando Biden era el segundo al mando.
El presidente electo eligió a la doctora Rochelle Walensky, una de las principales expertas en pruebas, prevención y tratamiento de virus en el estado de Massachusetts, como directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Es actualmente jefa de enfermedades infecciosas en el Hospital General de Massachusetts y profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard.
Biden eligió a la doctora Marcella Nunez-Smith, experta en disparidades en el cuidado de la salud entre grupos raciales y étnicos en EE. UU., como presidenta de su grupo de trabajo de equidad COVID-19. Ella es profesora asociada de medicina, salud pública y gestión en la Facultad de Medicina de Yale.
El presidente electo nombró al ejecutivo empresarial Jeffrey Zients, exdirector del Consejo Económico Nacional durante la Administración Obama, como coordinador de su equipo de respuesta al COVID-19 y consejero presidencial. Biden nombró a la ex asesora principal de la Casa Blanca y del Pentágono, Natalie Quillian, como coordinadora adjunta de la respuesta del gobierno a la pandemia.
El equipo de transición de Biden informó que los funcionarios de salud "ayudarán a cumplir la visión del presidente electo de hacer que la atención médica sea un derecho, no un privilegio, para todos los estadounidenses, basándose en la Ley del Cuidado de Salud Accesible para reducir los costos de atención médica y abordar los costos de los medicamentos recetados".
En un comunicado, Biden dijo: “este equipo de líderes confiables y consumados traerá el más alto nivel de integridad, rigor científico y experiencia en gestión de crisis a uno de los desafíos más difíciles que Estados Unidos haya enfrentado: lograr que la pandemia esté bajo control para que los estadounidenses pueden regresar al trabajo, volver a sus vidas y regresar con sus seres queridos ”.
El texto agrega que después, de su toma de posesión, el 20 de enero, el gobierno "ampliaría las pruebas y el uso de tapabocas y supervisaría la distribución segura, equitativa y gratuita de tratamientos y vacunas". Por último, afirma que la Administración Biden "unirá al país y restablecerá la creencia de que no hay nada más allá de la capacidad de Estados Unidos si lo hacemos juntos".
