Las convenciones del Partido Demócrata y del Republicano se celebrarán este año en un ambiente atípico y sin precedentes. Ambas campañas ya confirmaron que los eventos principales iban a ser cancelados y que el grueso del evento se iba a transmitir a través de internet, con el objetivo de hacer frente a la pandemia y evitar la propagación del nuevo coronavirus.
El delegado republicano en Texas, Adolpho Telles, recordó que, a pesar de los cambios en esta edición, el objetivo de la convención continúa siendo igual de relevante, con la particularidad de que la mayoría de los asistentes participará de manera remota.
“Obvio que el grupo va a ser mucho menor, vamos a tener como 350 personas comparado con 8,000 o 9,000, como hemos tenido anteriormente”, comentaba Telles en declaraciones a la Voz de América.
Según fuentes oficiales, hay 3,864 delegados demócratas y 2,367 republicanos. En el pasado, las convenciones servían como punto de encuentro de figuras políticas y también como escenario de eventos sociales. En esta ocasión, todo será diferente.
“Parte del escenario y el gran entusiasmo de la convención era la multitud de personas y la diversidad de varios estados que acuden a la convención”, remarcaba por su parte el representante demócrata Adriano Espaillat.
La Convención Nacional Demócrata se llevará a cabo entre el 17 y el 20 de agosto, mientras que la Republicana está prevista entre el 24 y el 27 de agosto. Los discursos podrán seguirse a través de las páginas oficiales de los partidos Demócrata y Republicano.
Ambas convenciones siguen un patrón bastante parecido. Durante los encuentros en este evento, que tiene lugar cada cuatro años, se diseñan los puntos que se tienen que tener en cuenta en la campaña del candidato, entre otras cosas.
En entrevista con la VOA, la republicana Bertica Cabrera admitía que estas convenciones se dividían principalmente en dos partes. Primero se abordan los planes de futuro para los próximos cuatro años y después, en segundo lugar, se define a quién se va a escoger como candidato.
Cada uno de los partidos han diseñado sus propios protocolos para participar en las votaciones. “[Primero de todo] debe haber proporcionado una dirección de correo electrónico como delegado y confirmar que esa es una dirección de correo electrónico suyo, de modo que no pueda usar el mismo correo electrónico dos veces”, explicaba Clay Middleton.
Por su parte, los republicanos han estado enviando su voto a través de la persona que los representa y un testigo. A pesar de todos los cambios, el objetivo seguirá siendo el mismo: determinar qué depara el futuro para los partidos y, potencialmente, para el país.
(Con la colaboración de Laura Sepúlveda y Antoni Belchi)
