La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, no quiso descartar el jueves que el Gobierno de Estados Unidos esté valorando la posibilidad de abrir campamentos para dar acogida a los cientos de menores que están entrando irregularmente al país en los últimos días, una medida que en todo caso, según dijo, se debería a los protocolos contra la pandemia.
Durante la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, Psaki fue cuestionada por informaciones que apuntan a que el sistema de acogida estadounidense está casi al máximo de su capacidad en un momento en que se ha producido un repunte de llegadas por la frontera sur.
La vocera dijo no querer adelantar nada en cuanto a “consideraciones preliminares en marcha”, sin embargo, concedió: “Pero reconocemos que con los números de gente llegando, el limitado número de instalaciones que tenemos y nuestro deseo de respetar los protocolos contra el covid… es un proceso imperativo y es una prioridad para esta Administración”.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, sólo en enero, más de 5.700 menores no acompañados llegaron a la frontera Estados Unidos con México.
Psaki admitió que hay "un gran número" de menores no acompañados en la frontera, algo que la oposición republicana atribuye a un presunto efecto de las políticas inmigratorias de la Administración Biden y que, de hecho, ha llevado al Gobierno a reabrir un controvertido centro para menores.
“Tenemos que considerar dónde les vamos a albergar de manera segura y eso es algo que está siendo discutido dentro de la Administración", acotó la funcionaria.
En cualquier caso, Psaki quiso ser clara al recalcar que las dos prioridades de Washington en esta cuestión son: “Tratar a estos niños con humanidad y garantizar que tengan un lugar seguro en el que estar”.