Burger King ha modificado la dieta de algunas de sus vacas para que emitan menos gases, agregándole la hierba Cymbopogon, en un intento por limitar los aportes de los bovinos al cambio climático. El cambio en la dieta puede reducir las emisiones diarias de metano en 33%, aseguró Burger King el martes.
La emisión de metano, un subproducto de la digestión vacuna, se ha convertido en un obstáculo en potencia para las relaciones públicas de las grandes cadenas de hamburgueserías.
Las emisiones de gas invernadero del sector agrícola constituyeron el 9,9% de las emisiones totales de Estados Unidos en 2018, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés). De ese total, las emisiones de metano del ganado (la llamada fermentación entérica) constituyeron más de la cuarta parte de las emisiones del sector agrícola.
Con una estruendosa campaña por redes sociales que oscila entre la vulgaridad y la ciencia (con un agregado de más vulgaridad), Burger King apuesta a la conciencia creciente del cambio climático y su responsabilidad de limitar su propio papel.
De acuerdo con una encuesta reciente de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, dos de cada tres estadounidenses dicen que las empresas tienen responsabilidad en la lucha contra el cambio climático. La atracción gravitatoria del cambio climático se infiltra cada vez más en el escenario político estadounidense.
Los clientes potenciales también están reduciendo su ingestión de carne por razones tanto por cuestiones ambientales como de la propia salud. Burger King y la rival McDonald’s han agregado alternativas a la carne a sus menús.
Hace dos años, McDonald’s dijo que estaba tomando medidas para reducir su emisión de gases de invernadero. Modificó la producción de la carne para sus Big Mac y Cuarto de Libra. La empresa dijo en ese momento que esperaba prevenir la emisión de 150 millones de toneladas de gas invernadero a la atmósfera para 2030.
Burger King, con la colaboración de científicos de la Universidad Autónoma del Estado de México y de la Universidad de California en Davis, ensayó y desarrolló su fórmula de agregar 100 gramos de la hierba, conocida por su olor a limón, a la dieta diaria de sus vacas. Las pruebas preliminares indican que las hojas de la hierba limón ayudan a las vacas a liberar menos metano al digerir su alimento.
El martes, Burger King presentó su Whopper elaborado con carne de vacas que redujeron sus emisiones de metano en restaurantes escogidos en Miami, Nueva York, Austin, Portland y Los Ángeles.