El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió este miércoles la necesidad de hacer frente a la "crisis climática" que atraviesa el planeta y aseguró que, además de los lógicos beneficios medioambientales y sanitarios, emprender este camino servirá para afianzar la recuperación económica.
“Hoy es el día del clima en la Casa Blanca, lo que significa que hoy es el día del empleo en la Casa Blanca", dijo Biden en la apertura del evento en el que firmó diversas medidas ejecutivas para combatir el cambio climático. "Podemos dar empleo a millones de estadounidenses modernizando nuestros sistemas de suministro de agua, el transporte y nuestra infraestructura energética para que aguanten el impacto del clima extremo".
El recién investido presidente, llegó a la Casa Blanca ofreciendo un mensaje de unidad en el que quería dar cabida tanto a los liberales preocupados por los asuntos medioambientales como a los conservadores preocupados por la supervivencia de las industrias tradicionales que dan empleo a millones de estadounidenses.
Hemos esperado demasiado para hacerle frente a la crisis climática, no podemos esperar más"
Joe Biden, presidente de EE.UU.
Por ese motivo, Biden ha adoptado parcialmente la política proteccionista de su antecesor, el expresidente Donald Trump, lo que quedó una vez más patente este miércoles cuando el demócrata recalcó que el foco de sus propuestas es el mercado laboral del país: "Estamos hablando de innovación estadounidense, de productos estadounidenses, de mano de obra estadounidense".
Entre las medidas destaca la orden del mandatario al Departamento de Interior de "pausar" la concesión de petróleo y gas natural en tierras y aguas de Estados Unidos, y acciones regulatorias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Biden dejó claro que su intención es avanzar progresivamente hacia un futuro más verde, no cortar de raíz con el pasado. "No vamos a prohibir el fracking (fracturación hidráulica para extraer gas o petróleo) ", subrayó Biden, quien ya durante la campaña presidencial se vio obligado a aclarar que su intención es no permitir nuevos proyectos, mas no acabar con los ya existentes.
También dará instrucciones a funcionarios para localizar más áreas para la conservación y establecerá una oficina en la Casa Blanca para servir a las comunidades de bajos ingresos y minorías que sufren desproporcionadamente la contaminación en el aire y el agua.
Un proceso costoso
John Kerry, el enviado presidencial especial para el Cambio Climático de la Casa Blanca, un cargo expresamente creado por la Administración Biden, reconoció que Washington deberá hacer frente a una enorme inversión para implementar su política ambiental, pero consideró que a la larga se compensará.
"Sí cuesta mucho dinero, pero saben qué, costará muchísimo más si no hacemos lo que necesitamos hacer", dijo Kerry, quien antes de acompañar al mandatario en la firma de las órdenes ejecutivas, compareció ante los periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca.
Podríamos llegar a las cero emisiones mañana y el problema aún no estaría resuelto"
John Kerry, enviado presidencial especial para el Cambio Climático
Al igual que viene haciendo el nuevo presidente, Kerry abogó por ir paso a paso y, de ser posible, de la mano con otras naciones, en clara referencia a la vuelta al Acuerdo de París ordenada por Biden el mismo día que asumió el cargo. "Podríamos llegar a las cero emisiones mañana y el problema aún no estaría resuelto".
En cualquier caso, las nuevas medidas fueron bien recibidas por organizaciones medioambientales que las ven como un buen primer paso. "Debemos reinvertir en los trabajadores, las comunidades y la energía limpia; nuestro clima, nuestras comunidades y nuestra salud dependen de ello", señaló el grupo ecologista Sierra Club en un tuit.
“Desde mi punto de vista ya hemos esperado demasiado para hacerle frente a la crisis climática, no podemos esperar más", afirmó Biden. “Necesitamos desesperadamente una respuesta nacional a la crisis climática".