Una banda internacional de delincuentes, armada con una base de datos personales de decenas de miles de personas del estado de Washington, habría presentado solicitudes fraudulentas de subsidios por desempleo, logrando apoderarse de “cientos de millones de dólares”, informó el jueves el diario The New York Times.
“Reconozco que es un monto que hace que a uno se le caiga la quijada”, dijo al Times, Suzi LeVine, directora del Departamento de Seguridad Laboral del estado de Washington.
La banda se habría apoderado de información personal de residentes de Washington y estarían usando esos datos para presentar las solicitudes fraudulentas de subsidios. Algunos de los casos de fraude, también habrían sido cometidos por personas que pidieron los subsidios a pesar de no haber perdido sus empleos.
Por su parte, la agencia de noticias Associated Press informó que LeVine había informado previamente que no se había registrado ningún robo de datos en la agencia, y que los intentos recientes de fraude eran casos en los que la información personal de alguien había sido robada previamente de otras fuentes, como en el hackeo a la agencia de crédito Equifax de 2017 y ahora se utilizaba para pedir subsidios.
“Se trata de criminales muy sofisticados que tienen una enorme colección de información de las personas y ahora lucran con esa información”, comentó, según la Associated Press.
En Washington, más de 1,1 millones de personas han solicitado subsidios de desempleo desde que los comercios comenzaron a cerrar en marzo debido al COVID-19, pero las autoridades estatales comentaron el jueves que creen que una porción del incremento de solicitudes registrado la semana pasada se debe a las solicitudes falsas.
El estado de Washington, siguiendo la pauta del presidente Donald Trump de agilizar la ayuda a los afectados por la pandemia, estaba trabajando en función de hacer depósitos directos a los desempleados en tan poco como 24 o 48 horas después de presentadas sus solicitudes.
Tras conocerse del fraude, la agencia estatal que atiende las solicitudes de desempleo suspendió todos los pagos y los solicitantes legítimos tendrán ahora que esperar un plazo adicional de dos días para permitir que se haga el escrutinio necesario para identificar las solicitudes fraudulentas.
La semana pasada, el Servicio Secreto había emitido una alerta de que una banda internacional tendría a Washington en la mira. La banda tendría su base de operaciones en Nigeria.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Laboral ya sospechaban que algo andaba mal. Se recibieron llamadas telefónicas de varios ciudadanos que decían que no habían perdido sus empleos ni pedido subsidios, pero que acababan de recibir cartas en el correo diciendo que sí los habían pedido.